Borrelli, “Flexibilidad en los pliegos” y adelantarnos al futuro
El presidente de la Cámara de Practicaje y Pilotaje de Argentina, capitán Sergio Borrelli disertó en la “IV Conferencia Hemisférica sobre Hidrovías, Puertos Interiores y de Cruceros” llevado a cabo el pasado 7 de junio en el Centro Cultural Kirchner.
El encuentro fue organizado por la Administración General de Puertos –AGP- junto a la Organización de Estados Americanos –OEA-, con la finalidad de debatir sobre el presente y futuro de la Vía Navegable Troncal de los ríos Paraná-Paraguay.
A lo largo de la jornada el auditorio mantuvo su sala concurrida por una audiencia conformada por funcionarios y autoridades nacionales, como así también del Uruguay, Paraguay, Brasil, Antigua y Barbuda, Perú, Jamaica, Bolivia, y Colombia.
Borrelli le puso voz a los barcos. En un lenguaje claro y sin demasiadas expresiones técnicas logró expresar las necesidades que tienen las modernas embarcaciones de 334 metros de eslora y casi 50 metros de manga, que coexisten con embarcaciones más antiguas de 230 metros por 32 de manga, además de barcazas, para lograr una navegación segura y competitiva para el comercio exterior de la región.
Su experiencia profesional y empresaria así también como su paso como Interventor de la AGP durante el ministerio de Florencio Randazzo lo habilitan para recomendar a las autoridades actuales tener en cuenta algunos puntos a la hora de redactar los nuevos pliegos para la concesión de la hidrovía troncal. Borrelli explica que en 1995 cuando se realizó la licitación, los concesionarios desconocían cuál sería el desempeño y los riesgos que deberían afrontar, de forma tal que tomaron márgenes para asumirlos. Con el correr de los años se deberían haber introducido modificaciones, pero la rigidez de los pliegos impidieron hacerlo. “Hoy estamos en un impasse donde podemos corregir algunas de estas cuestiones del pasado, de forma tal que cuando se entregue la nueva concesión por un largo período, se pueda tener en cuenta las variables a partir de un pliego que sea flexible”. A modo de ejemplo explica que “en este momento de baja sedimentación existe una capacidad ociosa de las dragas que podrían utilizarse para otras tareas sin sacrificar el mantenimiento de los pasos críticos” agregando que “Se está pagando por un dragado por metro cúbico, que en esta época es buenísimo, pero no lo será cuando venga la gran sedimentación.”
Borrelli sugirió algunas obras para realizar en lo inmediato como el ensanche en los canales del Río de la Plata, para posibilitar la llegada de los buques post panamax (334/350 de eslora por 50 de manga). La adecuación de fondeaderos más próximos a los muelles, debido a que en la actualidad los buques fondean en Recalada a 36 horas de navegación de los muelles del Gran Rosario, período que puede extenderse a 72 o 96 horas por injerencia del clima. La adecuación de rutas principales y secundarias en el río Paraná que permitiría distinguir entre los buques cargados de aquellos que navegan semi vacíos o convoyes de barcazas. La instalación de boyas inteligente; hidrómetros coordinados con información online; adecuación de comunicaciones y estaciones de control en la zona cercana al límite exterior del Río de la Plata.
A continuación el capitán Borrelli explicó la veintena de reglas que limitan el cruce entre embarcaciones provocando entorpecimiento y demoras en el tráfico –erogo sobrecostos-, estas reglas que por momentos transforman el canal en una sola vía, podría solucionarse a partir de la realización de las obras necesarias. También se refirió a la demora en la carga de combustibles, que puede llegar a ser entre 4 y 6 días durante los cuales los buques esperan a la altura de Escobar en el río Paraná, en rada la Plata y Recalada, que se solucionaría profundizando diferencialmente el Río de la Plata, realizando un bypass en la zona del codillo en el canal de Punta Indio y con mayores dimensiones en el canal de cruce.
Seguidamente Borrelli hizo una reflexión que resume el espíritu que mejor define su accionar: “Con respecto a la profundización del canal, algunos me dicen que tendría que haber sido de un pie por año, otros un pie cada dos años, y yo me hubiera conformado con 10 centímetros por año a partir del 2000 hasta la actualidad. Si hubiéramos tenido esa visión de oportunidad, ni nos hubiéramos dado cuenta de que estábamos profundizando el río y hubiéramos podido adaptar el sistema a los cambios y a lo mejor no hubiéramos necesitado llegar a los 39 pies” para finalizar su ponencia volvió al punto de inicio de su charla “Cuando pensemos en el nuevo sistema licitatorio deberíamos generar la posibilidad de hacerlo flexible, permitiendo salir de la rigidez del pliego, previendo la situación de evolución. Evitemos que nos pase de nuevo”.
Fuente: www.NetNews.com.ar
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