¿Es sostenible el repunte de las monedas locales?
Un reciente informe realizado por Nur Cristiani, Head of Latin America Investment Strategy y Federico Cuevas, Global Investment Strategist, ambos en J.P Morgan, asegura que el camino hacia la desinflación no será lineal, ni en Estados Unidos ni en América Latina. Argentina fuera del estudio.
El reporte del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de enero en Estados Unidos mostró que la inflación, si bien se está moderando, sigue elevada. Tanto los precios generales como los subyacentes estuvieron en línea con las expectativas: 0,5% y 0,4%, respectivamente. Aunque ha habido mucho progreso en lo que se refiere a los bienes, todavía queda trabajo por hacer con los servicios. La reacción del mercado de acciones fue mixta, oscilando entre el optimismo y la preocupación, lo que lo llevó a operar dentro del rango que hemos visto desde el inicio del año, mientras que las tasas subieron ligeramente, debido a menores expectativas de recesión en el 2023.
Los autores advierten ir en dirección hacia un área de "tasa de interés más elevadas por un tiempo más prolongado". A pesar de que dichas tasas ya están en un nivel restrictivo, los elevados precios de los servicios y un mercado laboral obstinadamente ajustado llevarán a la Reserva Federal a subirlas, al menos, una o dos veces más antes de hacer una pausa (cuya duración aún está en debate). Seguimos creyendo que el banco central reducirá las tasas de interés a finales de este año, pero el mercado parece cómodo con la idea de una disminución más gradual de la inflación, hasta el punto en que se podría evitar una recesión. El único hecho certero es que el camino hacia la desinflación no será lineal, ni en Estados Unidos ni en América Latina.
En América Latina, el proceso de desinflación ha sido bastante desigual:
- México: la evidencia de que la inflación general ha superado el pico sigue creciendo, pero la desaceleración de la subyacente se ha mostrado lenta: en enero, la primera se ubicó en 0,68% intermensual (7,9% interanual) y la segunda en 0,71% intermensual (8,5% interanual), en comparación con 0,38% intermensual (7,8% interanual) y 0,65% intermensual (8,4% interanual), respectivamente, en diciembre. Los precios subyacentes más altos llevaron a Banxico a sorprender al mercado con un aumento de 50 puntos básicos de la tasa de interés y una declaración agresiva por parte del banco central, en lugar del alza de 25 puntos básicos descontados en el mercado. Se espera que la tasa terminal sea más alta, mientras que los recortes parecen estar descartados hasta 2024.
- Brasil: ha experimentado el proceso de desinflación más fuerte, pero planes de mayor gasto fiscal, junto con la posibilidad de una meta de inflación más elevada, han llevado a un repunte en las expectativas de precios para los próximos 12 meses: en enero, la inflación general llego en 0,53% intermensual (5,8% interanual). A pesar de un entorno benigno para la inflación en el futuro cercano, es difícil imaginar que el Comité de Política Monetaria del banco central reducirá las tasas hasta eliminar la incertidumbre sobre la intromisión del gobierno en la política monetaria y el panorama con los precios esté bien anclado.
- Chile: también ha visto un impresionante proceso de desinflación. Sin embargo, las últimas dos cifras mostraron un gran aumento, con una aceleración del crecimiento de los salarios nominales y precios subyacentes (el de los generales de enero fue de 0,80% intermensual, 12,3% interanual). Además, las expectativas de inflación aún se encuentran por encima de la zona de confort del banco central. No obstante, creemos que éste banco central podría comenzar a recortar en el segundo trimestre de 2023, llevando la tasa terminal del 11,25% actual al 7,5% a finales de año.
- Perú: su idiosincrasia domina la ortodoxia monetaria. El descontento social continúa ejerciendo presión sobre los precios de los alimentos, manteniéndolos al alza, aunque no ha afectado los subyacentes ni las expectativas de inflación - la inflación general de enero fue de 0,23% intermensual (8,7% interanual El mercado se sorprendió luego de la última reunión del directorio del Banco Central de la República del Perú, la cual fue más agresiva de lo que esperaban. No obstante, seguimos creyendo que la senda inflacionaria permitirá que la autoridad monetaria comience a recortar a principios del segundo semestre de este año.
- Colombia: destaca entre los cinco grandes. La inflación aún está por alcanzar su punto máximo, las expectativas a 12 meses siguen sin anclarse y el incremento de 16% del salario mínimo, que debería entrar en vigor este mes, refuerzan la posibilidad de otro choque inflacionario - los precios generales de enero llegaron a 1,78% intermensual (13,3% interanual). En consecuencia, el Banco de la República aumentó las tasas, pero señaló que el entorno actual es lo suficientemente restrictivo como para llegar a la meta de inflación. Dado que el panorama de precios aún no está definido, creemos que hay, al menos, un alza más en las cartas antes de que los inversionistas puedan comenzar a pensar en el segundo semestre de 2023.
A pesar de un entorno mixto para la inflación, las monedas latinoamericanas se han fortalecido en más de 2% en lo que va de año, frente a un debilitamiento del dólar de solo 0,3%. Los inversionistas están interesados en diversificar la exposición y las altas tasas reales de la región han, claramente, llamado la atención de muchos.
La pregunta del millón: ¿es sostenible el repunte?
Nuestro escenario de caso base aún se mantiene: recesión en Estados Unidos en la segunda mitad del año. A medida que avanzamos hacia la última parte del ciclo y los mercados esperan ver las líneas guía para la siguiente fase, el dólar pierde relevancia frente a otras monedas de reserva. No obstante, eventualmente se convertirá en una operación de expansión, en la que el diferencial de crecimiento de los mercados emergentes respaldará las divisas con un beta más alto. Después de todo, los inversionistas son turistas de crecimiento y, si bien el de América Latina no es motivo de celebración, las tasas reales sí lo son. LatAm ofrece una prima promedio casi de 300 puntos básicos por encima de la estadounidense
TASAS REALES OFRECEN RETORNOS CONVINCENTES
Fuente: Banco de Inversión de J.P. Morgan. Información al 31 de enero de 2023.
Incluso cuando se ajusta al riesgo, el peso mexicano y real brasileño destacan por encima del resto, especialmente si se comparan con monedas duras de bajo beta y menores tasas de interés como la libra esterlina y el dólar canadiense.
Dada la falta de recortes de tasas, en el corto plazo esperamos que el peso mexicano y real brasileño estén mejor respaldados que sus pares del resto de la región. Si bien una recuperación de China impulsaría el apetito por las monedas con alta exposición a materias primas (como el peso colombiano, peso chileno y sol peruano), la vemos más como una historia de consumo interno más que de “spill-over” sobre los mercados emergentes, al menos durante este año. Además, sus idiosincrasias y fundamentos políticos (es decir, las preocupaciones por el doble déficit) pondrán un límite a una mayor fortaleza china. Para la divisa mexicana, el caso fundamental está bien respaldado en el corto plazo, dada la sólida postura fiscal del país, un expansión interna resistente y menos obstáculos políticos en 2023. Para la brasileña, la política y su impacto en las decisiones monetarias dominarán las discusiones, al tiempo que reforzarán volatilidad, por lo que nos inclinamos a favorecer al peso mexicano. No obstante, cuestionamos la sostenibilidad de la fortaleza del peso mexicano en el largo plazo a medida que se acercan las elecciones presidenciales de 2024 y el gobierno se encuentra en una coyuntura de bajo crecimiento y alto gasto social.
CUENTA CORRIENTE Y BALANCE DEL GOBIERNO EN ALZA
Déficit gemelo, % del Producto Interno Bruto (PIB)
Fuente: Banco de Inversión de J.P. Morgan. Información al 31 de enero de 2023.
Como conclusión el informe recomienda la importancia de la diversificación, pero con la vista puesta en la gestión de riesgos. Estableciendo un preferencia hacia una estrategia preferida con las divisas en este momento está fuera del dólar y más en el euro o yen japonés. "Sin embargo, el peso mexicano, dada su naturaleza beta más bajo frente al resto de la región, podría seguir bien respaldado. La narrativa para el resto de las monedas seguirá dominada por las idiosincrasias políticas y el impacto de la reapertura de China sobre los mercados de materias primas. A más largo plazo, la moneda azteca se unirá a sus pares latinoamericanas en nuestro enfoque cauteloso, dadas las preguntas persistentes sobre la sostenibilidad de lo que, por el momento, parece ser la opción menos mala en un panorama difícil" aseguran los especialistas
Fuente: www.NetNews.com.ar
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