“La industria del conocimiento ha generado multinacionales argentinas”
Luis Galeazzi se convirtió en uno de los hombres más buscados en el “Foro Argentina Exporta 2019”, no sólo por participar de uno de los paneles del evento, sino porque un día antes, se aprobó por unanimidad la Ley de Economía del Conocimiento, y Galeazzi, es el titular de ARGENCON, la entidad que busca promover la exportación de servicios basados en el conocimiento y posicionar a la Argentina como un actor relevante de la industria a nivel mundial.
El organismo que Galeazzi dirige está conformado por 38 compañías de todas las especializaciones que agrupan a más de 30 mil empleados y representan más de 800 millones de dólares en exportaciones. Galeazzi, entonces, dirige la única entidad que representa a todos los sectores que componen la denominada Economía del Conocimiento.
- Qué es ARGENCON?
Argencon nació hace 5 años en una reunión de IBM, Accenture, J.P.; Morgan, Exxon, algunos centros de gestión empresarial, todos exportadores, algunos medios como Tereré. Ellos vieron que exportaban mucho pero no aparecían en ninguna estadística porque era una exportación que pasaba oculta aún exportando 6 mil millones de dólares, que es mucho, entonces empezaron a trabajar en la construcción de una asociación que los nucleara. Éramos 12 al principio, y ahora somos 37 los que pensamos en qué ocurre con este sector y qué políticas públicas tiene. Argencon le cuenta al mundo que tiene capacidades exportables, cómo se genera el talento profesional para que estas empresas se alimenten de recursos, etc. Los dos primeros años los invertimos en nuestra constitución, con estadísticas y estudios económicos, y llega el 2015 y gana Macri. Hicimos presentaciones a los distintos candidatos a presidentes, diciéndoles que el sector era muy importante aunque carecía de una representación en el estamento oficial, y que era necesario que lo empezara a tener. Y, al ganar Macri, se crea una unidad dentro del Ministerio de Producción.
- Fue una de las premisas de campaña y de los discursos de Macri poner al conocimiento como una Industria de altísimo valor, casi equiparándolos con el campo.
Claro, reconoce que en el mundo está ocurriendo una revolución, y Argentina participa a través de sus empresas de esa revolución, pero lo que le faltaba era una política pública de campaña. La única política que había hasta ese entonces era para un sector de la economía que era el Software, y se hizo la Ley, que se acercaba a su expiración ya que vence este año, por lo cual estaba ese problema y el resto que no eran del sector del software se preguntaban: qué hay para nosotros? Era el sector de la biotecnología, el audiovisual… entonces, en 2017 se crea una mesa de trabajo, que estudió el potencial del sector.
- Estos temas los empieza a trabajar Francisco “Pancho” Cabrera y Meyer, no?
Sí, con Cabrera, que toma contacto con nosotros desde el Gobierno de la Ciudad de Bs.As. Esto lo retoma Cabrera cuando fue ministro de Producción de la Nación y lo recoge Dante Sica. La mesa venía trabajando bien, pero la crisis del año pasado dio origen a que se impusieran los derechos de exportación y eso fue un golpe al sector que se quería promover.
- Lo que se quería cobijar se vio afectado por una tributación más…
Exactamente, pero Sica nos habló muy frontalmente, y nos dijo: “la verdad es que estamos pasando por un momento que no podemos evitar esto, pero eso no impide que sigamos desarrollando la Ley de Economía del Conocimiento”, que ya venían armando en borradores. Participaron de esto muchas cámaras, porque nosotros somos transversales, estaba la cámara de tecnología, del Software, de videojuegos, es decir las distintas disciplinas del conocimiento. Trabajamos mucho, se depuró el proyecto, y la pregunta era si habría acompañamiento legislativo. Pero cuando empezamos a hablar con los distintos bloques del Congreso, éstos participaban de la misma idea del gobierno.
- De hecho, recuerdo que Massa siempre se refería al conocimiento como la gran fuerza trasformadora de la sociedad en su nueva revolución tecnológica y científica. Por esas razones fue unánime el voto de la Ley.
Exacto, no tuvimos que convencerlos porque ellos ya tenían la idea de la importancia de este sector. Si uno ve el mapa productivo argentino hay sectores nacionales constituidos: el campo, con su ministerio de Agricultura y su Sociedad Rural, la CRA y sus instituciones; la industria, con la UIA, el Comercio y este sector, que es ya tan relevante, con un volumen que nos ubica terceros en el ranking nacional, y no teníamos esa representación.
- Es una de las patas de una mesa bípeda porque, por un lado, tenemos el campo y, por el otro, a la industria del conocimiento; dos sectores muy fuertes de la economía nacional. De alguna manera, las industrias de chimeneas están despareciendo y será el conocimiento lo que insertará a la Argentina en el mundo; “el talento argentino” -del que hablaba el presidente Macri- el que pueda hacer la diferencia.
Es que Argentina tiene dentro de su tradición de universidades y científicos, mucho potencial desarrollado. Tiene institutos, centros de desarrollo e investigación que van generando innovación capturada por las empresas. Es un sector que ha generado multinacionales argentinas y tiene una dinámica de crecimiento muy rápida. Mercado libre es el caso paradigmático, pero no es único.
- Y tenemos 10 unicornios líderes en Latinoamérica…
Bueno, eso es lo que se destaca en la Ley, no sólo por el volumen de exportaciones, sino por cómo este sector apalanca el desarrollo de otros, porque en alguna parte de la manufactura, el trasporte, la educación y la medicina, por ejemplo, empiezan a usar tecnología de la economía del conocimiento, es un efecto Everest.
- Incluso aplicado a la logística, al servicio del campo…
Y en la educación, con tecnología que se va incorporando; en la medicina… Las Fintech, que es una industria que está explotando en la banca y nos permite evolucionar hacia bancos digitales, plataformas, billeteras digitales; o todo lo que es la producción audiovisual, por ejemplo, la fantástica productora “Mundo loco”, de Juan José Campanella, que produjo la película “Metegol”; una productora para el mundo; y esto es interesante, hay mucho emprendedor que piensa su modelo de negocio vendiéndole al mundo. que obviamente atiende al mercado local, pero no está concebido desde el mercado local. Esto le da una potencia de crecimiento enorme.
- Dentro de la Cámara Argencon, cuál es el sector que más se destaca o que más relevante es en el país?
Es difícil decirlo porque la dinámica del sector es muy grande y, de repente, te aparece el último “unicornio” que no estaba en el mapa hace tres años, producto de una nueva tecnología. Casualmente esta semana tenemos un nuevo “unicornio”; y está Atelogic, que hace satélites, INVAP, que es una institución fantástica: radares, satélites, reactores nucleares, altísima ingeniería…
- Y en Biotecnología?
Bioceres, por ejemplo, que es fantástica, en el Polo Tecnológico de Rosario. Es destacable, entonces, es difícil decir cuál.
- Bioceres está engarzado con las Universidades y…
Por supuesto, aprovecha el talento generado y lo aplica, y otra cosa que quiero decir: es federal, porque esto no ocurre sólo en Buenos Aires, es una industria que como trabaja virtualmente, un diseñador puede estar en Palermo o en Jujuy creando con la misma capacidad, entonces, realmente importa a muchas provincias que están desarrollando polos de economía del conocimiento locales para retener talentos. Mendoza, Córdoba, Rosario y la Ciudad Autónoma son los Polos más maduros, pero Tandil es un caso fantástico y ahora se está extendiendo a Mar del Plata muchísimo. Mendoza acaba de abrir su polo; Jujuy tiene su empresa “Nubimetrics”, y son exitosos y le venden al mundo. Es difícil de mapear nuestro sector, pero se trata de muchos jóvenes que están haciendo, probando y -de repente- la pegan y se transforman en una planta de 200 personas que exportan y abren oficinas en San Francisco. Nuestra dinámica es incomparable con la de las fábricas.
- El ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, fue concebido como un centro de polos del conocimiento, con países insertos, empresas, innovadores. Cómo se ve el sector con la baja de presupuesto siendo ésta un área fundamental para el país? La pregunta es: Cómo se vive en el sector?
Es algo conocido que hay malestar dentro del sector científico, del CONICET, acerca de los recursos que manejan. Yo diría dos cosas: que es importantísimo que la inversión pública en ciencia y tecnología siga haciéndose; pero creo que más importante todavía es que aparezca la inversión privada. Me parece que hay que pensar en modelos de integración con capital privado y desarrollo tecnológico científico.
- Hablamos de capital privado nacional? Porque es el nacional el que estaría faltando…
Hay una asociación muy importante, Arcap, la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla, procura fondos que se constituyen para el financiamiento de Startups.
- Sí hay fondos de inversión productiva…
Esta es una iniciativa muy interesante, porque ellos capturan la inversión de individuos, empresas y grandes fondos internacionales, y canalizan a través de proyectos que identifican en estas Startups, y esa es una vía que yo pienso tiene que fortalecerse mucho porque no es posible que el desarrollo de un país sea sólo empujado por el financiamiento público, eso está mal. En los países en los que esto funciona bien, no es así. El financiamiento privado es mayor al financiamiento público. Lo que hay que crear es vehículos, instrumentos, porque no es posible que sea más negocio poner el dinero en Leliq que en un desarrollo productivo. Esta lógica es la que hay que cambiar.
- El sector empresario argentino ha sido históricamente prebendario, pero siempre aparece el que quiere invertir y con él los impuestos, entonces, para qué tomar el riesgo con todo lo que esto supone: tiempo, esfuerzo, papeleo… Cómo se revierte en un país con necesidades de financiamiento, donde las inversiones son bajas y donde está en peligro el cumplimiento del pago de la deuda?
Yo creo que es el huevo o la gallina. El sector del conocimiento es como una locomotora que arrastra a buena parte del la economía, entonces, si la locomotora no está a pleno, el problema lo tiene todo el tren. Aquí hay que crear instrumentos atractivos para que el inversor, en vez de orientarse a la inversión financiera, se oriente a la inversión productiva, de riesgo y con el potencial, porque esto es lo interesante: una empresa que encuentra un nicho de mercado y se proyecta internacionalmente…
- Cotiza en Nueva York!
Esa es la mayor inversión posible. Se está trabajando desde Ciencia y Tecnología y precisamente en el CONICET hubo un evento donde se presentó un proyecto de Arcap de cómo los fondos están empezando a financiar proyectos, es incipiente, pero la clave es que en la medida que el potencial científico argentino se transforme en Startups con financiamiento para generar innovación productiva, la Argentina es uno de los países que más potencial tiene en el mundo. Hace un rato nombramos a Bioceres. Los chacareros que invirtieron en Bioceres eran unos 20 y pico que invirtieron mil dólares al inicio. Hoy tienen una empresa que vale cientos de millones de dólares. No hay ningún negocio mejor que ése; pero la mentalidad argentina sigue siendo -como vos decís- de mucha aversión al riesgo.
- Qué sucedería con este rumbo si ganara estas elecciones un modelo de país que representa el pasado, un pasado al que es imposible volver (ya los astrofísicos lo dicen: lo único que no se puede, es viajar al pasado porque habría una paradoja) Qué pasaría con el sector si ganara la fórmula Fernández-Fernández? A pesar de que Cristina ha sido quien tuvo la visión de crear un Ministerio de Ciencia y Tecnología dotándolo de muchas herramientas, pero todo lo demás?
Es que eso te iba a decir. Uno, como sector productivo, tiene que plantear cómo va a ser su desarrollo independientemente de quien gobierne, porque seguimos existiendo con uno u otro, pero un buen test ha sido la aprobación de la Ley de Economía del Conocimiento, porque cuando fuimos al Congreso, hablamos con todos los bloques y ellos entendieron la importancia de la economía del conocimiento. No entender esto es como darse una tiro en el pie, no tiene sentido, es como vos decís, es ir hacia atrás, es una involución intolerable. Si uno toma esta muestra de los bloques y los argumentos con que dieron los votos todos -aunque hay un mérito enorme del Gobierno de la Nación y el Ministerio de Producción en todo el armado de la Ley, la política-, en general, lo entendieron todos. Hay que apostar por la positiva.
- Con la Ley en la mano, cuáles son las expectativas?
La primera tarea es la reglamentación de la Ley. La misma tiene una característica: que es muy amplia, ya que abarca a muchos sectores, pero tiene requisitos bien determinados, por lo que hay que cumplir con ellos para poder aprovecharla. Creo que por eso hay que hacer una tarea de divulgación y conocimiento al mercado. Las cámaras tenemos una responsabilidad muy grande en esto y, después, tenemos la proyección de lo que pueden ser los beneficios que otorga la ley a partir del 1 de enero del año que viene, que son muy interesantes no sólo desde el punto del costo laboral -que es lo que más luce-, sino desde un artículo -que pasa desapercibido-, que es la apertura de mercados internacionales. Argentina tiene pocos acuerdos de doble tributación con otros países del mundo. Estamos atrasados en eso. Muchas veces un exportador desde argentina tiene que pagar impuestos en el país de destino que no paga un exportador de Chile porque ellos sí tienen estos acuerdos.
-Faltan Acuerdos de Libre Comercio, aunque se va en ese sentido…
Lo que tiene esta Ley, es un artículo 12 muy bien escrito, que dice que para los exportadores de las economías del conocimiento que exporten a un país con el cual no hay acuerdo, el costo que deberá pagar en el país de destino, lo puede descontar de su impuesto local, Es como que, de repente, tenemos una apertura de mercado.
- De alguna forma el Estado reconoce su déficit y se hace cargo asumiendo el costo.
Y eso es muy importante. Bien trabajado, esto puede hacernos llegar a mercados donde antes no se iba porque el precio no era competitivo. Este es un mercado de terrible competencia y como los productos son intelectuales, virtuales, no hay problema de logística. Hay mucha competencia y esto nos mejora el precio en el escalón de la competitividad y, lo que se tendría que hacer cuando se termine el periodo de retención para exportación, es que ese cargo sobre nuestro sector no se renueve, porque realmente ningún país le pone retenciones a sus exportaciones. La no renovación del tema de las retenciones a las exportaciones, sea quien fuere el gobierno, es un tema muy importante, pero hoy estamos celebrando la Ley de la Economía del Conocimiento, y vamos a disfrutarlo!
Por Lic. Marcela Viviana Jaimes
Fuente: www.NetNews.com.ar
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