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ECONOMÍA 24.05.2019

Macri presidente. Cruje la economia

El fracaso de Mauricio Macri, muestra que todos los caminos conducen al peronismo. Claro está que antes o después, la continuidad del oficialismo mediante cualquier fórmula propia o de alianza con los mencionados, nos traslada a una crisis financiera con estallido social gigante. 

Los inversores empiezan a revisar, no son pocos los que piden que Macri se baje. Por tal razón los bancos inversionistas y el FMI, le pidieron a Cambiemos que llame a los Fernández, para que se comprometan públicamente a pagar. Como si fuera volitivo, el enviado especial Kicillof fue a Washington y afirmó que no hay voluntad de declarar un default. Pero no convenció. La idea fue honesta, pero se necesita algo más que buenas intenciones para pagar.

Lo preocupante es la coyuntura. Insisten con que la inflación está bajando. La inflación pasada condiciona la inflación presente. Ya vimos que las “Disneymetas de inflación” no funcionaron, porque los contratos en pesos tienden a indexarse tomando en cuenta la inflación pasada. Frente a una inflación del 55% en 12 meses, los ajustes salariales empujan al alza los precios y el 29 de Mayo hay paro nacional. Con el cronograma de aumentos tarifarios se sigue presionando al alza la inflación. La ortodoxia fiscal y monetaria “per se” ha demostrado nuevamente no funcionar para bajar la inflación argentina. Cada vez que se conoce un mal dato, el BCRA anuncia cambios que alientan la incertidumbre.

La capacidad prestable de las entidades financieras depende del comportamiento de los depósitos y de la política monetaria del BCRA. Si el BCRA absorbe pesos, aumenta el stock de LELIQ y se contrae el crédito. Si la demanda de dinero cae (depósitos), también cae el crédito al sector privado.

 

ORTO-HETERODOXIA

El gobierno decidió mezclar herramientas contractivas y expansivas, ahora es la hora de la defensa del consumidor y de la competencia con mayores controles y multas descuentos a quienes reciben beneficios del ANSES, del mismo modo, para beneficiarios AUH. Créditos ANSES con recursos  del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, refinanciación de deudas impositivas, y eliminación de derechos de exportación para PYMES exportadoras.

¿Qué cabe esperar? Absolutamente nada, en este contexto las medidas van a ampliar el déficit fiscal que ha de recibir al próximo presidente, más un déficit de cuenta corriente adicional como consecuencia de la apreciación del peso y la furibunda emisión de LELIQ. Todo lo cual ha presiona al alza el riesgo país y promete dispararlo.

Para mantener el dólar en $45/$51, el BCRA se ve obligado a vender a empujones reservas para terminar de estrellar la economía. El ataque de pánico esta a la vuelta de la esquina, porque el BCRA nunca pudo frenar la demanda de dólares. Desde Sigaut, hasta Cavallo,el que apuesta al dólar gana. Con exportadores que no liquidan, en algún momento habrá que anunciar que no se venden más reservas. La hiperinflación también retorna como una amenaza cierta. Se vuelve a acentuar el sesgo contractivo de la política monetaria con el consecuente derrumbe del crédito, destrucción del nivel de actividad; y atraso cambiario...

De los 10 puntos de acuerdo que presento Macri a la oposición, el FMI quiere solo que se comprometa el decimo, el cumplimiento de las obligaciones con los acreedores. Si así fuera. ¿Qué diferencia habría con la Ley de intangibilidad de los depósitos, sancionada poco antes del corralito?- Es que una Ley, a la larga o a la corta no modifica la dinámica de la economía.

Para adelante no se espera una recuperación económica. El año apunta a mostrar una caída promedio del orden de -1.5%. Por el lado de la demanda agregada, si bien se espera un aporte externo neto positivo, no cabe esperar mucho. En un contexto de desaceleración del PBI y comercio, con precios de commodities en baja, por allí no está la salida. Tampoco se puede contar con un repunte del consumo público ya que la política fiscal seguirá siendo contractiva ante la necesidad de consolidación fiscal. Aunque el consumo privado que explica más del 62% de la demanda agregada, deje de caer, con un salario real que ya bajó 15% y el crédito que se contrae, la incertidumbre sobre el rumbo de la Argentina, crece. Con respecto a la inversión, el Gobierno no puede aumentar su gasto en inversión, y la capacidad ociosa de la industria impide que este sector incremente la capacidad productiva.

De nuevo estamos en “Path dependence” (proceso de retroalimentación-dimensión clave del institucionalismo histórico)-“la de las coyunturas criticas”, procesos sociales prolongados que pueden devenir incrementales, porque involucran cadenas que pueden significar hipótesis más fuertes. O‘Donnell teorizó sobre los tecnócratas en contextos autoritarios. Sostiene que el autoritarismo burocrático desde el Estado es el régimen ideal para la tecnocracia. La despolitización y el dominio de la política por lo económico y financiero, requiere de un régimen que controle a la población por la fuerza. Eso no parece ser viable, hubo mucho absolutismo macrista, pero eso comienza a revertirse.

Las malas decisiones de 2001, fueron estimuladas por las recetas de la tecnocracia del FMI, que mas tarde pidió disculpas. En un contexto de debilidad política Stiglitz sospechaba que en la Argentina estaba haciendo un ensayo de nuevas ideas para enfrentar crisis financieras. Ann Krueger luego escribiría: “Un nuevo enfoque de la reestructuración de la deuda soberana” (2002). Los tecnócratas de la primera Alianza comenzaron sus fracasos a partir de Machinea (Dujovne estaba en el equipo). Solo mencionar las decisiones iniciales de presión fiscal sobre los salarios (hoy se mantienen) + el fracaso del “blindaje” (se repite) + el ajuste del  29/5/2000 (mucho mas “dovish”-suave-que hoy) fueron horadando aquella Alianza. Recortar gastos desestimula la demanda domestica, inclusive da señales no estimulantes para la inversión. La economía arrastra una recesión feroz, menos larga, pero más profunda que en 2001.

Toda la tecnocracia vernácula apoyó las medidas económicas mencionadas desde el principio de De la Rúa y en 2018 también lo hizo. En la última etapa 2001, al igual que ahora desde las fundaciones y universidades fundamentalistas taladraron a Cavallo generando incertidumbre y afectando el riesgo país, pero ahora no quieren que el Gobierno caiga antes de las elecciones.

Una crisis-tomado de la psicología-es un estado temporal de trastorno y desorganización. El deterioro que aquí se inicia en 2016 con devaluación, caída del PBI y disparada inflacionaria, se extiende en 2018 y ahora deviene una disyunción de la coalición de gobierno (entramos al pico de la crisis) con las declaraciones de Cornejo de la UCR y la posible declinación de Macri a la candidatura presidencial. Mide muy poco.

A las derivaciones sociales reales que está adquiriendo este período, se suman las macroeconómicas y la impericia política de los empequeñecidos técnicos, comparados con los ministros de De la Rúa. Las decisiones economicistas de 2018  debilitaron más a este gobierno extenuándolo con cada cambio de presidente de BCRA. Los exponentes monetaristas y mesadineristas aceleraron la dinámica de la crisis global (financiera-social-política). Luego el último presidente, en modo “obediente automático”, parece ser el que se dirige directamente al colapso.

Consuelo: la solución de la crisis llega de la mano de la reconstitución de la política y sus instituciones, como en 2002. Esta nueva demostración de la importancia del liderazgo político no significa que el neoliberalismo vaya a desaparecer, ni que los intentos de introducir reformas neoliberales por parte del FMI y los partidos liberal-conservadores-autoritarios, grupos sociales, factores de poder y aún sectores del electorado simpatizantes de ese tipo de reformas económicas mengüen. Nuevamente, han entrado en crisis los instrumentos y la tecnocracia del FMI. Si el peronismo no llega, los nuevos actores partidarios del reformismo neoliberal deberán adoptar nuevas estrategias políticas, desde un lugar distinto al de la tecnocracia del FMI y sus recetas. No sabemos, aún cuál es ese lugar, se trata de un fenómeno en marcha. Ni Macri ni Aranguren ni Dietrich ni Caputo ni Quintana ni Lopetegui ni Etchevere son tecnócratas como eran Machinea, Cavallo o López Murphy. El gobierno de ganadores de licitaciones y CEOS no llego al poder por sus competencias técnicas o su formación académica. Ellos llegaron exclusivamente desde su acumulación de recursos en el mundo de los negocios y, otros como premio nobel al tesorero de su casa matriz (modo: obediencia perpetua). Sus colegas críticos-egresados de las universidades de mejor marketing del mundo-aunque los votaron y callan en público-en voz baja los acusan de ignorantes e incultos. Algo nuevo observamos con la administración Macri: En lugar de despolitizarse completamente, esta vez intentaron utilizar la política como elemento de construcción de una nueva hegemonía que ahora se resquebraja. En defensa de los ministros de Fernando De la Rúa, digamos que se los ha acusado de muchas cosas, pero no de incultos. En los gobiernos tecnocráticos del FMI, el discurso oficial es economicista; los empresarios en cambio trataron de hablar de cualquier otra cosa, salvo de economía, como les apuntó Duran Barba. Hoy la realidad los abruma, muchos se esfumaron, los que están a cargo no saben de que disfrazarse, por ahora impidiendo que entren las balas.

La experiencia FMI-Cambiemos, confirma ser una expresión más del sistemático fracaso del modelo tecnocrático neoliberal en la Argentina. Ni Acción por la Republica, ni Recrear con buenos caudales de votos continuaron, sucumbieron.

El PRO, fue una tentativa por reconstruir el neoliberalismo desde un lugar sucedáneo al de la tecnocracia, aunque en la misma dirección con su asesoramiento. No sabemos aun a qué velocidad se desciende en esta pendiente, se trata de un fenómeno que a priori abruma. No encontramos una palabra que forme parte de la jerga académica para definir esta experiencia, sin alusiones erróneas e irónicas-como Ceocracia-porque esta palabra no forma parte de la jerga académica y sus actores tampoco.

 

Por Pablo Tigani

Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, Profesor del MBA UADE Business School. CEO de www.hacer.com.ar , www.pablo.tigani.com autor de 6 libros, mas de 900 papers y artículos. Más Pablo Tigani en Youtube, Google, LinkedIn.

 

Fuente: www.NetNews.com.ar

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