FEBRERO, LEJOS DE SER UN MES TRANQUILO…

Periodista especializado
Tradicionalmente, febrero ha sido un mes de transición; último mes de vacaciones y prepararse para el nuevo año laboral sin más preocupaciones que el comienzo de clases, pagar las tarjetas, y volver al trabajo con fuerzas recuperadas. Pero como nada es eterno, este febrero fue un tembladeral en el gobierno que se sintió como un principio de tsunami.
La irrupción en el mercado de bitcoins que resultó ser una estafa con repercusiones internacionales, provocando al presidente Javier Milei una herida muy seria en la línea de flotación.
Quienes lo habrían inducido a cometer el error de involucrarse con los estafadores, podrían ser las personas de su mayor confianza: Karina Milei y Santiago Caputo. El presidente no acusa recibo del daño por quienes lo habrían inducido por su cercanía y dependencia. Si en lugar de ellos dos hubieran sido otros ya estarían haciendo el bolso para irse de país, pero Milei jamás admitiría el error de su hermana, que arrastraría indudablemente a Santiago Caputo. Antes prefiere cargar él con la cruz. El presidente, Javier Milei ante el menor error de sus amigos o colaboradores, sus dos palabras temidas fluyen inmediatamente: “te vas”, entonces el temor impera y todos prefieren guardar silencio y si visualizan un potencial error se callan la boca. Si el presidente Milei fuera más abierto a escuchar críticas o consejos para después hacer él mismo su propio análisis, quizás los errores serían minimizados y los bitcoins no hubieran existido. Pero los errores se suman, otro escándalo estuvo referido a la licitación por el mantenimiento de la hidrovia Paraná-Paraguay.
Tras meses de anuncios y expectativas, la convocatoria terminó naufragando en el peor de los escenarios: el favorecido se baja y que el queda es acusado por el gobierno de saboteador, un bochorno político de proporciones. El secretario de Transporte, Iñaki Arreseygor, intentó salvar la cara con una pirueta discursiva digna de un principiante, responsabilizando a Mauricio Macri,a Guillermo Dietrich y los medios de comunicación por el fracaso. El problema es que, en su intento de deslindar culpas, dejó en evidencia la improvisación oficial y dejó a Milei en una posición incómoda. Si la hidrovía es clave para el comercio exterior y la competitividad del país, ¿cómo se explica que su gobierno no haya podido sostener una licitación mínimamente creíble?
Y para cantar bingo cartón lleno, la imposición de Ariel Lijo, para juez de la Suprema Corte de Justicia, frente a la resistencia de la gente honorable que conforman la comunidad judicial, generó un malestar enorme en propios y extraños. Todo indicaría que si bien es el presidente es quien lo propone, otra vez el duo Karina Milei, su asesor y amigo Santiago Caputo, y esta vez presionados por el oscuro juez Lorenzetti, serían los responsables de tal proposición, en absoluta contracorriente. Afortunadamente para equilibrar los errores, los aciertos en la política económica se van poniendo a la vista pública día por día: la baja de la inflación; el rompimiento de cajas kirchneristas creadas o invadidas para robar y mantener militantes con sueldos que no ganan los auténticos trabajadores; la limpieza de los organismos del Estado de militantes contratados a solo fin de asegurarles un monto mensual sin retribución efectiva. Esta higienización alcanza a todos los estamentos y empresas del Estado empezando por Aerolíneas Argentinas que de golpe dejó de perder sumas millonarias en dólares para ir equilibrando sus cuentas.
Los errores expuestos en la primera parte de este editorial los quiere capitalizar la oposición que ve en estos errores una oportunidad para hundir el barco averiado por el misil en la línea de flotación, pero parece que pese a esos daños la estructura se mantiene bien y genera confianza para arribar al puerto de destino.
Quienes están festejando anticipadamente el desguace del peronismo, les aconsejaría prudencia toda vez que en cada oportunidad que se creyó que estaba debilitado y a punto de morir, tal como lo sentimos ahora; desguazado y en plena pelea entre ellos como sugiere el distanciamiento de Axel Kicillof de Cristina y su hijo Máximo Kirchner. Sugeriría no festejar todavía, esperar y recordar a los gatos; gritan que parecen que se están matando y en realidad se están reproduciendo.
A Cristina Kirchner no se le debiera dar un pie donde apoyarse, ya que su pacto con el Diablo y una legión que la siguen preocupados y hasta desesperados por haber perdido las suculentas cajas que los convirtió de pobres en millonarios. Esta legión, que no son pocos, harán lo imposible por recuperar su zona de confort.
Si escuchas una moto sospechosa detrás de tuyo saca la 9 mm. y quédate atento.
Fuente: www.NetNews.com.ar
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