Los delitos no denunciados y la gestión de la seguridad
Consultor en Seguridad Corporativa. Licenciado en Seguridad (IUPFA). Magíster en Inteligencia Estratégica Nacional. (UNLP).
Información y Evidencia
Las decisiones de calidad, necesariamente deben basarse en información clara, concreta y fidedigna. Queda fuera de este circuito todo aquello que emana de los medios de comunicación y redes sociales. A esta información de calidad la vamos a llamar Evidencia y, cuando está procesada, Indicador
La gestión basada en la evidencia es un método que favorece la toma de decisiones sobre "lo que funciona” en las políticas públicas. En otras palabras, refiere a cuáles son las prácticas y estrategias más rentables y eficientes para mejorar el cumplimiento de las funciones establecidas. A diferencia de centrar la toma de decisiones en teorías, supuestos, tradición o convenciones, un enfoque basado en la evidencia está permanentemente testeando las hipótesis y contrastarlas con la evidencia empírica.
Los indicadores nos permiten comprender la magnitud, distribución (territorial y poblacional) y evolución (temporal) de fenómenos de interés
No obstante, es imprescindible también contar con información sobre la criminalidad subjetiva, que se obtiene fundamentalmente a través de las denominadas Encuestas de Victimización. En ellas, no sólo se avizora la opinión subjetiva de la población sobre la criminalidad, sino que, además, se pueden obtener reveladores datos sobre la denominada Estadística Negra (Criminalidad Subjetiva), o sea aquellos delitos no denunciados a las autoridades.
Fuentes de Información. Información y datos “negros”
Más arriba vimos el gráfico que nos desarrollaba la criminalidad objetiva y la criminalidad subjetiva, manifestando que era muy importante considerar ambas.
Ahora bien, cabe preguntarse si todos los delitos o presuntos delitos son denunciados por quienes fueron sus víctimas, o bien sus familiares o allegados. La respuesta es claramente negativa. Entonces: ¿cuáles son los motivos de que eso no ocurra? Precisamente, la respuesta no es única, siendo un abanico de razones por las cuales los delitos no son denunciados.
Entonces, ¿cuál será el impacto en el total de la información, de esta información “negra”? Esto es muy difícil poder determinarlo, pero, de alguna forma, parte de esta información debe ser recuperada y tenida en cuenta para las decisiones. No hacerlo puede llevar a errores garrafales y, por ello, decisiones incorrectas. Esa percepción es indispensable para orientar la acción, corregirla y evaluarla. Este hecho no sólo se limita a hechos delictivos, sino a la evaluación de la acción de gobierno y gobernanza, como también la visión sobre las autoridades.
Como ejemplo de ello, la última encuesta nacional de victimización realizada en Argentina, en el año 2017 (con datos recabados en 2016), nos daba la siguiente información:
“Los delitos contra las personas se denuncian en menor proporción que los delitos contra el hogar. Durante 2016 en todo el país no fue denunciado el 47,5% de los delitos contra el hogar, mientras que para el caso de los delitos contra las personas la cifra negra alcanzó el 66,3%”[1]
Victimización
La victimización es un proceso por el cual una persona sufre las consecuencias de un hecho delictivo, hasta que logra superar el mismo e incorporarlo a su historia como una vivencia más. Las encuestas de victimización constituyen un insumo fundamental para una sólida comprensión del fenómeno delictivo global.
"Las encuestas de victimización no sólo sirven para apreciar la cifra “negra” del crimen y así tener datos más cercanos a la realidad, sino que aportan la invalorable posición y apreciación de la ciudadanía y su relación con la actividad delictiva"
Por este motivo, el Manual para Encuestas de Victimización de la Organización de las Naciones Unidas manifiesta que “las fuentes administrativas (…) no pueden ofrecer por sí mismas un análisis suficientemente confiable y exhaustivo”[2] . Como herramienta para contrarrestar esta limitación, las encuestas de victimización relevan los delitos que no fueron denunciados y los motivos por los cuales no se realizaron las correspondientes denuncias, complementando la información generada por los registros administrativos. Proporcionan una estimación de los delitos no denunciados y aportan una herramienta de diagnóstico para evaluar el vínculo entre la ciudadanía y el sistema de seguridad pública.
Las encuestas de victimización no sólo aportan datos delictivos, sino que pueden servir como diagnóstico previo a la criminalidad, obteniendo una información del entorno antes de la producción de los hechos delictivos.
Observatorios de Seguridad Ciudadana en Gobiernos Locales
Los Observatorios de Seguridad Ciudadana (u otras denominaciones similares), revisten un papel muy importante en el aporte de información a los gobiernos. Esta información no se agota con las fuentes oficiales, sino que desarrollan una tarea más que importante en la evaluación de la victimización. No tienen un formato único, ya que pueden ser entes privados (normalmente bajo la figura de fundaciones), públicos o estatales (en muchos casos dentro de la órbita de los Ministerios de Seguridad provinciales), o bien entes mixtos.
Los Centros u Observatorios son instancias principalmente de análisis, cuyo trabajo se divide, por lo menos, en cinco dimensiones:
- La primera consiste en la construcción de un flujo de datos productivo entre diversas instancias.
- La segunda tiene que ver con la depuración y normalización de los datos.
- El análisis propiamente dicho. Esto es, analizar datos, correctamente presentados, para poder convertirlos en información relevante para la toma de decisiones en la política local de seguridad.
- La cuarta dimensión de la tarea de los Centros tiene que ver con el acompañamiento de las políticas que han buscado fundarse en información.
- La quinta y última dimensión es el análisis del impacto de la política instrumentada.
Si se cuenta con un área eficiente para el manejo de todas las dimensiones de la información que necesita la gestión entonces se puede, simplemente, construir centros de análisis que le otorguen a esos datos el valor de información pertinente y relevante para la política de seguridad. En el caso particular de los gobiernos locales, es posible que muchos de los municipios importantes ya cuenten con sus departamentos de estadísticas, pero lo más común es que esos departamentos tengan un tipo de funcionamiento poco apropiado para convertir los datos en información útil para la política que nos interesa. Allí podemos visualizar una de las limitaciones importantes que son comunes a todos los gobiernos locales, el análisis de la información para su correcto empleo en la toma de decisiones.
Conclusiones
El análisis de la criminalidad objetiva, debe ser necesariamente complementado con la criminalidad subjetiva, para una correcta apreciación de la situación. Esta evidencia debe ser la base no sólo del planeamiento, sino de la ejecución, control y la evaluación del impacto de las políticas instrumentadas. Además de constituir una forma profesional de trabajar, nos permite exhibir la transparencia indispensable en la ejecución de las políticas públicas.
[1] https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/env_2017_02_18.pdf
[2] Manual de Naciones Unidas para Encuestas de Victimización, 2010, p. 9
Fuente: www.NetNews.com.ar
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