Una nueva ola de optimismo
U.S. Head of Investment Strategy at J.P Morgan
Los últimos indicadores económicos han impulsado una nueva vibra, pero ¿logrará esta marea levantar a todos los barcos?
Actualización de mercado
¿Qué hay detrás del reciente cambio de ambiente en los mercados?
Hace un año, Estados Unidos se encontraba en medio de una "vibra de recesión ". A pesar de que las empresas continuaban contratando y los impagos de deuda eran bajos, la economía no era buena, ni siquiera estaba bien.
La inflación aumentaba. Los precios de la gasolina eran altos. El mercado inmobiliario estaba paralizado. La bolsa de valores negociaba a la baja y las criptomonedas se habían derrumbado. La confianza del consumidor (medida por la Universidad de Michigan) registraba sus peores niveles, al punto de que los estadounidenses percibían peor a la economía que durante los cierres por COVID, la crisis financiera mundial, el estallido de la burbuja tecnológica o la recesión de Volcker.
Últimamente, sin embargo, estamos viendo un gran cambio. ¿Por qué, de repente, todos tienen más confianza?
Empecemos con lo que no ha sucedido. La recesión que para muchos era inevitable no ha llegado. El gobierno de Estados Unidos alcanzó un buen acuerdo para elevar el techo de la deuda y evitar el incumplimiento. Las quiebras bancarias de marzo no han generado una crisis crediticia importante y tampoco ha habido grandes problemas en los edificios de oficinas en San Francisco, Chicago o Nueva York (al menos no todavía).
Echemos un vistazo a lo que sí ha sucedido. La inflación está bajando (~3% interanual), al igual que la gasolina (~$3,55 dólares/galón). Los precios de la vivienda están nuevamente al alza (después de ocho meses de caídas desde julio de 2022). El mercado de valores se ha recuperado dentro del 5% de su máximo histórico e incluso las criptomonedas han ganado terreno. La confianza del consumidor ha experimentado uno de sus mayores saltos interanuales jamás registrados.
La oferta de empleos sigue recuperándose (la tasa de participación en la fuerza laboral de personas en edad productiva es la más alta desde 2002) y los ingresos finalmente superan a la inflación. Los ahorros en exceso acumulados durante la pandemia se han ido desvaneciendo lentamente, pero la investigación de nuestro propio Instituto JPMorgan muestra que los hogares todavía tienen más dinero en el banco que en 2019. Los “millennials” están comenzando a mudarse de los sótanos de las casas de sus padres, a pesar de un mercado inmobiliario plagado de una asequibilidad y oferta históricamente baja.
Los fondos del Proyecto de Ley de Infraestructura bipartidista están fluyendo hacia la economía y siendo destinados tanto a proyectos grandes, como la mejora del puente Golden Gate, como a otros más modestos, como la instalación de más semáforos en la Federal Road de Brookfield en el estado de Connecticut.
Las leyes de Reducción de la Inflación y CHIP están fomentando la inversión en fábricas y las aplicaciones de inteligencia artificial (IA) ya están listas para impulsar la productividad de las empresas (desde concesionarios de automóviles hasta plataformas de comercio electrónico). Esta semana, Microsoft, una de las empresas más valiosas del mundo, registró un nuevo récord, después de anunciar los precios de sus productos de IA.
Sin embargo, todo esto no quiere decir que los riesgos hayan desaparecido. La actividad manufacturera es débil. Las tasas de interés son más altas, los bancos han endurecido los estándares de préstamo y probablemente tendrán que luchar para retener los depósitos. La reapertura de China ha sido inestable y los datos económicos europeos decepcionantes. Pero este año ya superó las expectativas de casi todos y parece que aún hay espacio para que las cosas mejoren, no empeoren.
Implicaciones de inversión
Que empiecen los buenos tiempos
Los mercados, como suele suceder, no esperaron a que el cambio de ambiente se ajustara. Dado las mejores perspectivas, la renta variable se ha venido recuperando a lo largo del año. Después del repunte de las acciones globales de casi 20% en lo que va del año, no sorprende que muchos sientan que se lo han perdido. Sin embargo, en vez de preguntarse "cuánto pueden durar los buenos tiempos", los inversionistas deberían recordar que en la economía y mercados estadounidenses estos son mucho más comunes que los malos.
Histórico de los mercados alcistas y bajistas del S&P 500
Retorno total del S&P 500 durante mercados alcistas y bajistas* vs. nivel del S&P 500, escala logarítmica
Desde la Segunda Guerra Mundial, la economía se ha expandido 90% del tiempo y los mercados alcistas duran aproximadamente cuatro veces más que los bajistas. Estar cerca de los máximos históricos tampoco es razón suficiente para evitar las acciones. Cuando el S&P 500 está dentro del 5% de un máximo histórico, el retorno promedio a un año es de 7,6%, solo un poco por debajo del 9% de cualquier punto de partida aleatorio.
En cualquier caso, este cambio de ambiente es la última demostración de que seguir un plan es la mejor forma de alcanzar sus objetivos de inversión. No muchos pensaron que 2023 terminaría siendo un gran año para los inversionistas, pero si, incluso, las ganancias solo llegasen a mantenerse, lo será. Que empiecen los buenos tiempos.
Fuente: www.NetNews.com.ar
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