Balance y perspectivas
Directora International BA Consulting
Un año difícil, demasiado. Un año en el que mes a mes se le fueron sumando frustrantes bloqueos y trabas a las importaciones:
1) CEF: Capacidad Económica Financiera que se fue reduciendo en forma constante en el transcurso del tiempo.
2) LA: Licencias Automáticas de cupo cada vez más pequeño, con el fin de controlar la cantidad de pagos al exterior que no requerían intervención y aprobación previa de secretaria de comercio
3) LNA: Licencias No automáticas a las que se fueron agregando, cada vez, más posiciones arancelarias. LNA acotadas a un decreciente cupo, distribuido mensualmente para regular, aún más, las importaciones
4) Restricciones para el acceder al Mercado Único de Cambio cada vez más exigentes.
5) Cupos mínimos de acceso al Mercado Único de Cambio que, sumada a la extrema burocracia y falta de rápida adaptación bancaria a los cambios impuestos por cada nueva comunicación del BCRA, hacen la operatoria demasiado compleja e imposible.
"Argentina duele, Argentina necesita una política de Comercio Exterior coherente con el progreso, el desarrollo y el crecimiento sostenido"
6) Se puso foco en las operaciones de Zona Franca y se excluyó como excepción para pagos sin licencia o teniendo licencia sin posibilidad de pago anticipado.
7) Se impuso Cesación de pagos internacionales en forma ascendente que logró frenar, el cumplimiento de contratos de compraventa internacional ya firmados, de manera que, hoy por hoy ya casi nada se permite pagar por anticipado o vista. Se terminaron las licencias de categoría A y B, ahora los pagos son controlados y fijados e informados en la licencia de importación, al momento de su aprobación, con plazos de pago a 60, 90 y 180 días de fecha de despacho.
8) Se redujo a un mínimo irrisorio de USD 1000 al régimen simplificado por Courier, porque también por ahí el estado supone fuga de capitales.
9) Se colmaron los depósitos fiscales de mercadería a la espera de la aprobación de una licencia de importación y algunos llevan más de seis meses de almacenamiento a la espera del permiso que les permita nacionalizar.
10) Se cambió el sistema SIMI a SIRA con el propósito de frenar y castigar duramente a todos aquellos que recurrieron a una cautelar y lograr el control total y absoluto de las importaciones y los pagos.
11) Miles de consultas, reclamos, pedidos de audiencias que nadie responde, entendiéndose, por tanto, que las instituciones se han llamado al silencio.
Y se termina el año con la obligación de presentar la Proyección 2023, que determinará los cupos de importación a los que las empresas deberían ajustarse para poder planificar, pero que, se sabe que, no resultan referenciales y confiables porque son situaciones ya vividas por las empresas en Argentina: los cupos no se cumplen, ni se respetan, siendo el resultado final, licencias que no se aprueban aún con un holgado cupo disponible.
INCERTIDUMBRE, FRUSTRACION, DESESPERACION, RESIGNACION Y DECEPCION, es lo que define el sentimiento de los importadores hoy y cabe destacar que esos sentimientos fueron acompañados de RESILICIENCIA de parte de las empresas, en su máxima expresión, basada en una esperanza de cambio, de luz al final del camino que NO LLEGO y probablemente no llegue ni en el corto ni mediano plazo.
“En Argentina los ciclos y los estilos se repiten y esto paso hace algunos años, no tan al extremo, pero paso y ahora se repite con mayor fuerza y mayor daño”
Nada podemos hacer hoy con la situación y el contexto, pero si hemos aprendido que debemos planificar, proyectar y evaluar cómo lograr subsistir en el futuro, ante este tipo de contexto. En Argentina los ciclos y los estilos se repiten y esto paso hace algunos años, no tan al extremo, pero paso y ahora se repite con mayor fuerza y mayor daño.
Hoy nuestra mejor herramienta es enfocarnos con proyección a un año, del hoy, ya mucho no podemos hacer en materia importaciones.
Argentina duele, Argentina necesita una política de Comercio Exterior coherente con el progreso, el desarrollo y el crecimiento sostenido. El comercio exterior no es la variable de ajuste para resolver problemas estructurales, económicos y financieros en este país.
El impacto económico de cada nueva norma, comunicación y resolución generan en la economía de las empresas un gran desequilibrio olvidando que las empresas son sostén fundamental en el crecimiento y progreso de un país.
El ahogo ha sido y es muy grande. El bloqueo es tan absoluto, que hoy ya nada prácticamente puede pagarse por anticipado o vista. Se obliga a buscar financiamiento externo con un riesgo país que tira por la borda toda posibilidad. El temor de los proveedores del exterior es que el BCRA no pueda afrontar, tampoco, los vencimientos de pago a 180 días que comenzaron a vencer a fines de octubre del corriente, porque simplemente, ya no hay dólares para cubrirlo.
Diciembre será aún más complejo y más cerrado. Enero y febrero también muy difíciles. A partir de mediados del mes de marzo y en forma progresiva podría traer alguna flexibilización, por el inicio de campaña para las elecciones, aunque se provee que habrá muchos cambios.
Con angustia debo decir: BIENVENIDOS AL COMERCIO EXTERIOR EN ARGENTINA 2022/2023.
Fuente: www.NetNews.com.ar
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