El renunciamiento de Cristina beneficia a Larreta
Leandro Bruni, sociólogo y politólogo de la Universidad de Belgrano analizó el impacto pollítico y electoral de la decisión de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kichner de no presentarse a ninguna candidatura el año próximo.
Cristina Fernández de Kirchner volvió a tomar la centralidad de la escena, analiza Leandro Bruni, profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Belgrano. “Con su decisión de no presentarse a ningún cargo público, ausentándose de todas las listas posibles en 2023, generó una cuota adicional de incertidumbre no sólo sobre el gobierno actual sino sobre todo respecto del mandato que se iniciará a partir de diciembre del año que viene. Con una simple frase, alteró las proyecciones y estrategias electorales tanto en el Frente de Todos como en Juntos Por el Cambio”.
“Si bien puede no ser candidata, lo cierto es que podría bendecir, respaldar y trabajar en el armado de su candidato. Esto no sería una novedad. Lo nuevo sí sería que, en vez de volver a buscar a un dialoguista por fuera de su armado, como se presentó a Alberto Fernández en 2019, podría optar por un candidato del kirchnerismo, como Wado de Pedro o Axel Kicillof. Tampoco se descarta el apoyo al propio Sergio Massa, si es que la economía logra generar la sensación de mejora de aquí a los próximos meses. Algo que, hasta hoy, pareciera ser muy difícil”, continúa el académico.
Sin embargo, destaca que el mensaje de la vicepresidenta apunta a tener efectos en Juntos Por el Cambio. “En los últimos meses, las encuestas dieron signos de cierta ineficacia en la estrategia de polarización, esgrimida a ambos lados de la grieta. La mayoría indica que, sumadas las intenciones de voto de ambos espacios, apenas superan el 40% de los votos, una cifra muy por debajo respecto de 2019, cuando representaron el 69,4%. Del otro lado, acecha Javier Milei con un caudal interesante, junto con un elevado grupo de indecisos y un puñado de votos que se reparten entre otros candidatos”, indica.
Para el anaista sin esta polarización, los principales perjudicados son Mauricio Macri, Patricia Bullrich y los denominados duros o halcones de su espacio. Para que una estrategia de polarización electoral sea efectiva, es necesario que el votante perciba rápidamente el antagonismo y el contraste. Pero sin CFK en las listas, es posible que Macri/Bullrich no reciban aquellos votos de quienes, ante su presencia, busquen la opción más contrastante. ¿Estamos, entonces, en la antesala de la caducidad de la estrategia de polarización? Es posible. En parte, nos daremos cuenta de esto si en las próximas semanas Horacio Rodríguez Larreta, el principal beneficiado por la pérdida de votos de Macri/Bullrich, decide dar un giro a su estrategia electoral y retorna a la búsqueda del votante moderado”, asegura el analista.
Para completar, Bruni sostiene que la principal certeza en el camino electoral 2023 es que nada está dicho. “Lo más importante no es el juego aislado de los candidatos, sino cómo articulan sus estrategias a partir de los movimientos de sus adversarios”, completa el profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Belgrano.
Fuente: www.NetNews.com.ar
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