El modernismo puede llegar a la Marina Mercante (parte 2)
La licenciada Silvia Martínez preside la Cámara de la Industria Naval Argentina. Su invitación a sumarse al proyecto de Julio González Insfrán data de cuatro años cuando, con férrea convicción, vislumbró que el sector puede volver a ser productivo, generar divisas y empleos pidiendo muy poco a cambio.
Abrió su disertación agradeciendo la bienvenida a la concientización del desarrollo nacional del transporte e industria hacia las energías limpias, para dar lugar a la explicación entre los conceptos de las llamadas energías limpias y las energías renovables; donde la tendencia mundial -que se viene implementando en los países más avanzados desde hace 20 años- indica que el rumbo hacia el consumo de energías limpias se viene implementando a través de la utilización de las energías solares y eólicas y también con la adopción de combustibles menos contaminantes, donde el GNL, se presenta como la mejor alternativa para reducir las emisiones de carbono, responsables del cambio climático a partir de ser la principal causa del calentamiento global.
Silvia Martínez considera que el cambio tecnológico que deberán encarar las PyMEs argentinas en su conversión hacia las nuevas tecnologías, se presenta como una gran oportunidad que deberá ser acompañada por el Estado nacional, y en este punto fue explícita “El Estado Nacional debe establecer políticas públicas, otorgar financiamiento y concientizar a los empresarios a partir del otorgamiento de estímulos para que aceleren su conversión. El Estado, además, debe tomar la iniciativa para que todo el transporte adopte los cambios hacia energías limpias porque la industria los va a acompañar”.
La Licenciada Martínez explicó también cómo el combustible y los salarios son los dos factores que mayor incidencia tienen en la formación de la tarifa de transporte por barco y cómo, a partir de la adopción de la tecnología a GNL, el costo del combustible se vería reducido entre un 58 y un 60%, baja que redundaría en una importante disminución del costo logístico, que a su vez actuaría como estímulo productivo sobre las economías regionales, habida cuenta de que los productos conseguirían llegar a un valor competitivo en el exterior, hecho que en la actualidad se presenta como el principal obstáculo a la hora de exportar.
En el mundo existen 600 buques propulsados a gas y 120 en construcción, pero ninguno de ellos tiene como destino Argentina o Uruguay, dado que no cuentan con una planta de licuefacción para abastecerlos. Sin embargo, para la Lic. Martínez la solución podría encontrarse en la resolución 83/2019 de la Subsecretaría de Energías Renovables y de Eficiencia Energética que promueven su uso, a través de un certificado de crédito fiscal y también a partir de la resolución 50/2017 del Ministerio de Transporte del año 2019, donde se establece un descuento económico entre el 5% y 10% como medida de fomento para aquellos buques que cuiden el medio ambiente.
Proyecto planta de licuefacción
“Este proyecto nos puede mostrar al mundo y nosotros queremos que Argentina sea quien lidere la construcción de remolcadores a gas en la región, sin quejas al gobierno sino con apuestas de proyectos que jerarquizan, que permitirían poner de pie a la Industria Naval, reducir la contaminación, bajar los costos logísticos y a generar empleos que tanto necesita el país y a cambio le pedimos al gobierno simplemente una vista ligera de aprobación y todo esto va a surgir en el país”.
Fuente: www.NetNews.com.ar
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