Lunes, 23 de Diciembre de 2024 | 23:18

“El plan tuvo factores de profunda injusticia social”

Entrevista a Lic. Federico González Rouco - Economista. Posgrado Economía Social. Magistrando en Políticas Públicas. Profesor de Macroeconomía en UCA. Autor de: “Vivienda: el Relato”.

En medio de una Auditoría sobre lo que sucedió con el tema Viviendas en Argentina durante el Kirchnerismo, lanzaste un nuevo libro: “Vivienda, el relato, Plan Pro.Cre.Ar antes y después”, un programa de 2012 de política pública, probablemente el más conocido. ¿Qué descubrió tu investigación? ¿Se cumplieron los objetivos trazados? ¿Por qué la vivienda también fue un relato?
La investigación busca demostrar cómo fue el armado del relato en torno al Plan Pro.Cre.Ar., cómo se utilizaron condiciones externas e internas para justificar una política de esta índole, en un momento en el que la economía comenzaba a estancarse, en el que el cepo cambiario, impuesto a fines de 2011, había impactado de lleno en el sector de la construcción en general, pero, principalmente, en el sector inmobiliario y en la construcción de vivienda residencial.
El Plan Pro.Cre.Ar. nació con el objetivo de otorgar 400.000 créditos hipotecarios, reactivar la actividad y el empleo en la construcción y reducir el déficit habitacional. 4 años después, se otorgaron menos de la mitad del total anunciado y solo un cuarto del objetivo original fue hipotecario. En cuanto al empleo, la cantidad de trabajadores no aumentó, lo que permite dudar del impacto del Plan. Por último, el déficit habitacional tampoco registró mejoras y se calcula que aumentó en casi un millón de hogares entre 2010 y 2016.
El relato consistió en ocultar y maquillar la realidad del programa, mintiendo con la cantidad de créditos otorgados o de viviendas construidas. En solo cuatro oportunidades se publicaron datos desagregados a nivel provincial de la cantidad de créditos otorgados por el programa. En doce de las 24 provincias del país hubo menos créditos en, por ejemplo, diciembre de 2015 que en septiembre del mismo año, lo cual es imposible si hablamos de “créditos otorgados”. Es decir, los datos de créditos no tienen ningún sentido y lo mismo se ve en el impacto en empleo, créditos del sistema financiero, metros cuadrados construidos y demás variables.

 

¿Qué considerás fue lo más injusto de ese programa?
El Plan tuvo varios factores de profunda injusticia social: En primer lugar, los beneficiarios eran elegidos por sorteo, lo cual generaba que familias con ingresos muy altos tuvieran la misma probabilidad de acceder al beneficio que aquellas en una situación socioeconómica vulnerable. A su vez, la no inclusión de los informales en el programa generaba que se acentuaran los problemas habitacionales, dado que, considerando que las familias con trabajadores informales suelen encontrarse entre las de menores ingresos, esto terminaba implicando una penalización a los vulnerables que los dejaba afuera del beneficio. Por último, como el Plan fue implementado en un momento de alta inflación, muchas familias quedaron sin poder terminar sus viviendas debido a que el aumento de precios les licuó el poder de compra del crédito.

 

“El relato consistió en ocultar y maquillar la realidad del programa, mintiendo con la cantidad de créditos otorgados o de viviendas construidas”

 

¿Cómo describirías hoy el problema habitacional argentino?
Principalmente, el problema habitacional responde a que la oferta de vivienda existente y que ha crecido mucho en los últimos años no se adecua a lo que la demanda busca. Es decir, a pesar de que hay una expansión de la oferta habitacional concentrada en las grandes ciudades, ésta está orientada a un mercado que no tiene problemas habitacionales. En los segmentos poblacionales que sí sufren del déficit escasean tanto las opciones para canalizar esa demanda (crédito, por ejemplo) pero también la oferta, lo que impulsa el precio al alza.
Actualmente, la renovada oferta de créditos hipotecarios a tasas y cuotas bajas y variables son una muy buena noticia para aquellos que quieren acceder a la vivienda pero, también, se enfrentan al problema de que esta demanda pueda no ser fondeada, por lo que los bancos están buscando recurrir a nuevas oportunidades de financiación, como las obligaciones negociables en UVA.

 

¿Cuáles son las diferencias con el Pro.cre.ar actual?
Las diferencias son varias, pero las principales giran alrededor de cómo se selecciona a los beneficiarios y cómo se instrumenta el beneficio. En cuanto a la selección, ahora se realiza un análisis de segmentación enfocado a aquellas familias cuyos ingresos se encuentran entre los 2 y los 4 salarios mínimos y que puedan justificar el origen. A su vez, luego de superado este primer filtro, se calcula un puntaje para cada solicitante en base a distintas variables sociales y económicas que penalizan a los de mejor situación, profundizando el sesgo inclusivo del programa.  Después, el seleccionado deberá ir a los bancos comerciales, elegir el que guste y solicitar un crédito.
Durante el kirchnerismo, el Banco Hipotecario concentraba todos los créditos mientras que ahora se fomenta la competencia por ser el banco que otorgue créditos y, así, ser más rentable.

 

 

Revista Desafío Exportar (mas noticias)

 

Fuente: www.NetNews.com.ar

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