Viernes, 07 de Noviembre de 2025 | 12:23
ECONOMÍA 14.02.2018

“Los impuestos nos están matando”

Desde Libertad y Progreso, el economista Agustín Etchebarne puso la voz al video de reclamo ciudadano sobre la presión impositiva.

“Luego de la Independencia, Juan Bautista Alberdi nos alertó a los argentinos para que no nos engañemos. “Después de ser máquinas del fisco español, hemos pasado a serlo del fisco nacional, he ahí toda la diferencia”.


Y a dónde llegamos desde entonces?


Un ciudadano de la Provincia de Buenos Aires, camionero, por caso, recibe un sueldo que le paga su empleador, que también había sido camionero y que con esfuerzo logró comprar 3 camiones.


El sueldo del empleado, pactado con su empleador es de 20 mil pesos brutos mensuales, pero resulta que en el medio aparece el Estado y le saca una parte al empleado y otra al empleador.


El empleador paga 20 mil dólares por año, pero el empleado solamente recibe 12.800 dólares.

 

“Durante toda su vida de trabajo, al empleado le sacan 13.900.000 pesos, lo que equivale a 10 casas”

 


Cada mes, el sindicato y el Estado se quedan con el 36% de lo que paga el empleador. De esta manera, y sólo contando los impuestos y cargas directas sobre su salario, durante toda su vida de trabajo, al empleado le sacan 13.900.000 pesos, lo que equivale a 10 casas.


Pero el gobierno quiere desplumar lentamente al empleado, para que no se queje, cobrándole muchos pequeños impuestos. Así, cuando el empleado se sube a su auto, el Estado le cobra el impuesto a los combustibles; cuando firma un contrato, el Estado le cobra el impuesto a los sellos; cuando se sienta a fumar un cigarrillo, el Estado le cobra el 75% del precio total; cuando va al cine, el Estado le cobra el IVA más un 10% adicional para el INCAA.


Y, como todos los meses, el empleado le da el sueldo a su mujer para que vaya al mercado a hacer las compras, pero el Estado vuelve a aparecer y le cobra los impuestos al consumo, IVA más Ingresos Brutos, el impuesto a las bebidas colas y a las bebidas alcohólicas.
Al día siguiente, llega el cartero, y le trae el impuesto a la patente del auto, el impuesto para financiar a los deportistas olímpicos y el impuesto inmobiliario.


Aunque no termina allí la creatividad del Estado ya que también inventó los impuestos ocultos, aquellos que se les cobran a las empresas y se trasladan al consumidor final.


Dentro del precio de cada producto: el impuesto inmobiliario, el impuesto a los ingresos brutos en toda la cadena de producción y decenas de diferentes impuestos, tasas y contribuciones con distintas finalidades que, siendo optimistas, se llevan por lo menos un 1,5% del salario del empleado.

 

 

                                                                                  Agustín Etchebarne, Director General de Libertad y Progreso.

 


Para fin de mes, el Estado le cobra al empleado 96 impuestos diferentes, permitiéndole ahorrar, con muchas privaciones, 3120 pesos.


Pero la voracidad Estatal no terminó, y aún queda el peor impuesto que, sin ser aprobado por el Congreso, le pega muy fuerte a los más pobres: la inflación, que le desvaloriza los ahorros y el dinero que se queda en su cuenta corriente o en el colchón.


De este modo, un empleado termina trabajando cerca de la mitad del mes para el Estado y recién después empieza a hacerlo para su familia, y esto sucede con los salarios bajos. Si el empleado fuera un ejecutivo o un pequeño empresario, el Estado puede sacarle hasta el 55% y los que tiene un campo sojero son casi esclavos, porque les sacan hasta el 80% de sus ingresos.


Macri parece tenerla clara. Dijo: “el Estado nos está matando con impuestos” y propuso una reforma que, en 5 años, reduciría un 1,5% del PBI los impuestos nacionales.


A tal fin propuso un pacto para que las provincias reduzcan otro 1,5% sus propios impuestos, pero esto no es suficiente y sería demasiado lento. Nos llevaría 15 años reducir los puntos necesarios para alcanzar el nivel de presión impositiva del promedio de la región para  provocar entonces sí un shock de inversión y crecimiento”.

 

 

Revista Desafío Exportar

Fuente: www.NetNews.com.ar

DEJE SU
COMENTARIO

0 comentarios

IMPORTANTE: Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellas pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento será eliminado e inhabilitado para volver a comentar.

campos obligatorios

COMERCIO EXTERIOR | 05.11.2025

El imperio de los minerales: China y el nuevo orden del comercio global

El imperio de los minerales: China y el nuevo orden del comercio global
COMENTAR
COMPARTIR

Durante más de un siglo, las potencias mundiales libraron fuertes disputas por el petróleo, un recurso que definió la economía y las guerras del siglo XX. Hoy, la batalla global por los recursos se ha trasladado silenciosamente a un nuevo frente: los minerales críticos. El litio, el cobalto, el grafito y el opaco grupo de las "tierras raras" son el nuevo oro estratégico, y China, en una jugada maestra de anticipación industrial, ha construido un auténtico imperio sobre ellos.

Mitos y Verdades de las Compras Vía Courier

Mitos y Verdades de las Compras Vía Courier
COMENTAR
COMPARTIR

Con la liberación del cepo para personas físicas, la eliminación del impuesto PAIS y la flexibilización de las importaciones, en argentina estamos viviendo un boom de las compras internacionales. Ya no es necesario viajar a Miami o a Chile para comprar tecnología o ropa barata, pero hay un gran error que es la creencia de que todo es absolutamente libre y se puede importar cualquier cosa y, de cualquier manera.

El costo de la confianza hackeada. Lo que el ataque al BHU revela sobre la gestión pública

El costo de la confianza hackeada. Lo que el ataque al BHU revela sobre la gestión pública
COMENTAR
COMPARTIR

El 30 de septiembre, el Banco Hipotecario del Uruguay desconectó su red y lamentablemente no fue por una actualización del sistema, fue por un acto de supervivencia ante un ciberataque. Los atacantes habían cumplido su amenaza: robaron y filtraron más de setecientos gigabytes de información confidencial. Lo que se perdió no fue solo una base de datos; se perdió la sensación de control, el reflejo más claro de la fragilidad institucional en la era digital.

AGENDA