“La mejor ley no prohibiría el despido, generaría el empleo”
El presidente Mauricio Macri visitó la planta de la empresa avícola Cresta Roja, en Esteban Echeverría y anunció el veto total a la Ley Antidespidos.
Por Lic. Marcela Viviana Jaimes.
Después del envilecimiento sistémico que generaron los autores de la pesada herencia, queda una lucha primal: el combate de los argentinos contra el cepo mental construido durante años por el populismo.
Con un 40 % de trabajo en negro y el segundo lugar en el ranking de desempleo a nivel regional durante la década “ganada”, los números arrojaron su verdad -corrupción mediante-, que desde 1980 a la fecha Argentina creció sólo un 0,7%.
Señores, no somos productivos.
Argentina sigue representando el 0,4% en las exportaciones de mercaderías desde hace 20 años. Ocupamos casi el anteúltimo lugar en el ranking de los 50 países que representan el 92% del comercio mundial.
Una vez más, al vetar la Ley Antidespidos, el Gobierno Nacional muestra su convencimiento ideológico por el valor de la libertad contra los cepos en general (a la importación, a la exportación) y, especialmente, contra nuestro propio cepo mental que trata de conseguir dólares de cualquier forma, menos de nuestro aparato productivo.
Qué parte no se entiende? Crecemos poniendo trabas para no perder lo poco que tenemos o crecemos aumentando la productividad, generado inteligencia en las cadenas de valor e invirtiendo en infraestructura para desarrollar el comercio exterior?
Mauricio Macri tiene en claro cuál es el camino, por su propia actividad, pero, fundamentalmente, por la verdad revelada en los resultados de todos los indicadores nacionales que nos ubican en el peor de los mundos, con un comercio símil al Siglo XIX.
El paquete de medidas implementado por el Ejecutivo que impacta en cada pequeña dependencia; el impacto de Brasil, que concentra el 66% del PBI en el Mercosur; la desaceleración de China, con la merma en la compra de aluminio y cobre y la apetencia de ganancia en un mundo con tasas casi nulas, hacen viable la llegada de inversiones para poder empezar a despegar.
El plan Belgrano, por ejemplo, le va a cambiar la vida a 4 millones de personas. Se estiman 100 mil empleos nuevos en los 3 cordones de la provincia de Bs. As. Estos son cambios que no aparecen en los índices de pobreza, pero que le cambian la vida a la gente.
Es verdad, el apuro en las medidas macro (retenciones, DJAI´s, Holdouts) contrasta con el gradualismo en cuestiones como salario y empleo; pero el Gobierno aplica su ley: “todo el gradualismo posible con todo el shock necesario”. Un axioma que empieza a enderezar la estantería de un país cambalache.
Fuente: @NetNewsArg
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