“La muerte de Nisman nos duele a todos; como sociedad debemos saber qué pasó”
Lo dijo el titular de la Secretaría de Estado que nació del reclamo social por la resolución del atentado de la AMIA y su consecuencia, el asesinato del fiscal federal especial de la República Argentina, Dr. Alberto Nisman.
Por Marcela Viviana Jaimes. Lic. en Periodismo y Comunicaciones.
Finalmente, el radical chubutense Mario Cimadevilla, asumió la Secretaría de Investigación del Atentado contra la AMIA (Unidad AMIA) y de la muerte del fiscal Alberto Nisman.
Las definiciones vertidas por el ex senador nacional -que investigara el affaire de “Cerro Dragón”-, son contundentes y marcan la estrategia de lo que será la gran revelación nacional: quiénes hicieron el atentado y quiénes asesinaron al principal fiscal de la Nación.
"El Estado, lejos de investigar qué es lo que estaba pasando -afirmó Cimadevilla-, estaba realmente encubriendo los hechos”.
Pero ahora, hay un cambio de paradigmas y Cimadevilla lo quiere aprovechar porque de algo está seguro: “haya muerto como haya muerto, su muerte tiene que ver con la investigación que estaba haciendo, de eso estamos seguros todos. Es una muerte que nos ha conmocionado a todos los argentinos. Que nos duele y nos entristece profundamente como sociedad. Se trata de un trágico episodio que incluso ha tenido y tiene enorme trascendencia fronteras afuera", aclaró el titular de la Unidad Especial de Investigación del Atentando a la AMIA, en el primer aniversario del fallecimiento del fiscal Alberto Nisman.
El funcionario nacional manifestó que "aun en este contexto de consternación, debemos ser optimistas. No hay más lugar para jueces del Poder, ahora, deberán responder a la Ley y a la Constitución. Parte del cambio que proponemos tiene que ver con la existencia y el respeto por una verdadera división de poderes", agregó.
Las facilidades han sido aseguradas, "quienes así lo interpreten, tienen y tendrán la más absoluta libertad para realizar las investigaciones que consideren pertinentes y requerir la colaboración de los otros estamentos del Estado para llegar a sus objetivos. Prueba de ello es la reciente desclasificación, por parte del Ejecutivo Nacional, de documentos sobre el fiscal Nisman, a requerimiento de la magistrado interviniente en el caso", aclaró.
La idea primal es que la jueza continúe sin presiones con la investigación bajo el axioma de que la muerte de Alberto Nisman fue producto del caso en el que se encontraba trabajando, el atentado terrorista contra la AMIA, en el que murieron más de ochenta argentinos, cuyas familias siguen reclamando justicia.
Sin embargo, subyace un problema fundamental que claramente identificó Cimadevilla en sus profusas investigaciones: la imposibilidad que tiene el poder de investigar al poder.
“La falta de resolución de los casos AMIA y Nisman son dos claras expresiones que ponen de manifiesto la profunda crisis que atraviesan el Poder Judicial y los servicios de Inteligencia. Ámbitos que, en las décadas menemista y kirchnerista, sólo sirvieron para encubrir al poder de turno o espiar a políticos y a periodistas en lugar de administrar justicia para la ciudadanía toda y hacer inteligencia para proteger a la sociedad en su conjunto".
Hasta el hueso, caiga quien caiga, porque hay una historia
La irrupción del fiscal
El doctor Alberto Nisman presentó públicamente la denuncia en un programa televisivo el mismo día que lo hiciera en Tribunales, ante la justicia federal argentina, contra Cristina Kirchner y otros miembros del Gobierno, bajo la acusación de haber negociado la impunidad de los prófugos iraníes en la causa AMIA, que dejó 88 muertos y más de 100 heridos, a cambio de la concreción de acuerdos comerciales y de índole geopolítico.
Su denuncia también aportó datos fehacientes sobre la concesión de favores entre los acusados como la facilitación de gestiones, puestos de trabajo en la Dirección Nacional de Aduanas, en el ministerio del Interior y Transporte, como así también el acceso directo de Luis D Elia con el Administrador de Ingresos Públicos, Ricardo Etchegaray para cuestiones de importación y exportación.
Además, el tenor de la denuncia permitía inferir otro tipo de negociaciones de alto voltaje político.
La inmediata respuesta de los poderes
Recordemos que a la denuncia televisiva siguieron feroces ataques de los legisladores kirchneristas, con bravuconadas que incluyeron todo tipo de amenazas y títulos en letras de molde advirtiendo llamativas puniciones como así también la inhabilitación de la feria judicial de parte de la jueza Servini de Cubría por considerar intrascendental la denuncia del fiscal.
La denuncia había ido presentada por Nisman el 14 de enero, en el jugado de Ariel Lijo, quien ordenó medidas para preservar los 961 Cds y el resto de la prueba; sin embargo, terminada la feria, y con Nisman muerto, Lijo se declaró incompetente, tal vez por las advertencias de los servicios que operaron velozmente, que me constan por haber sido testigo incidental de la comisión de un plan de un apriete.
La denuncia impensada que molestó al poder
A partir de allí fuimos testigos presenciales de una urdiembre siniestra que se explayó como metástasis con el único fin de desacreditar las probanzas de los dichos de Nisman. Había que hurgar sin desgano para encontrar algo que no condujera indefectiblemente a un asesinato y el poder se tomó esa tarea.
Claramente, el asesinato de el fiscal federal especial puso en evidencia la incapacidad de la justicia para investigar al poder, algo que en su momento advirtiera Mario Cimaevilla, nombrado más tarde por el Pte. de la Nacion al mando de la Secretaria de Estado que investigará el tema AMIA y la muerte de Nisman.
Cambio de paradignas
Macri recibió a las hijas del fallecido fiscal especial federal y les prometió justicia. Fue un encuentro necesario, correcto, humano. Lejos quedó el recuerdo de las formas groseras con el que el poder K sacudió el cadáver aún blando del fiscal de la Nación. Macri recogió el guante y expresó en un gesto lo que buena parte de la Nación requería, el primer mandatario recibió en el seno de su hogar, con su propia familia, a las pequeñas hijas de Nisman. Pero ese hombre cálido, no tuvo blandezas a la hora de pedirle a Cimadevilla, a cargo de la unidad que investigará los temas que aún conmocionan a la sociedad argentina, que fuera hasta el hueso, cayera quien cayera. Ya es hora, porque muchos están dispuestos a hablar.
Los casos de Wolff y Sabsay
Mucha gente ató cabos y recolectó pruebas fuera de los mecanismos procesales. Pero a ellos se suma la denuncia de Waldo Wolff, ex vicepresidente de la DAIA con la autoincriminación de Tirmerman, la denuncia del constitucionalista Daniel Sabsay por el amedrentamiento sufrido como consecuencia de su actividad en el tema Nisman y la certificación de la visita de Stiusso a La Ñata, antes de su partida hacia los Estados Unidos.
A esta altura, ni las distintas posiciones de las organizaciones de la colectividad israelita, resultan un obstáculo. El audio reciente entre el titular de la AMIA y el canciller Timerman pone de manifiesto el conocimiento del canciller sobre la autoría de la voladura de la AMIA y el tenor de la charla, pobre y grotesco dibuja la penosa estructura moral del ex canciller.
El Memorandum fue declarado inconstitucional por la justicia argentina y lo primero que hizo el actual ministro de Justicia fue declarar que caducó. Las alertas rojas siguen vigentes.
Pasaron más de 21 años desde el atentado a la AMIA y no sabemos nada. Con Nisman pasa lo contrario, la gente creó la forma “te suicidan” porque lo huele en el aire, es la sabiduría popular, cuando suena el río. Ahora es tiempo de probar el Magnicidio.
Fuente: Lic. Marcela V. Jaimes
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