Astillero Río Santiago, un gigante dormido
Mi primer trabajo periodístico fue sobre el Astillero Rio Santiago en el año 1970, en el diario El Mundo, una edición especial de 8 páginas que titulé “Un gigante aún dormido”. A partir de ese momento quedé ligado hasta hoy a la industria naval argentina.
La industria tuvo lapsos de esplendor cuando el ministro José Alfredo Martínez de Hoz alentó a los industriales a no esperar que vengan los clientes: había que salir a buscarlos. Para ello creo condiciones especiales. Estableció un reintegro del 25% a la exportación más 5% por apertura de nuevos mercados. Todos los astilleros importantes salieron a la búsqueda de trabajo, toda vez que la industria estaba casi paralizada. Una época de febril comienzo.
Un buque desde que se inician los planos hasta que está en el agua puede demorar cerca de dos años. Durante este lapso, Martínez de Hoz renunció y lo reemplazó el doctor Whebe. A la sazón algunas órdenes de construcción estaban casi finalizadas mientras que otras recién comenzaban.
El flamante ministro dispuso quitar el 5% de reintegro por la conquista de nuevos mercados, más tarde bajó el 25% al 15% de reintegro a la exportación, luego al 5% y por último impuso un impuesto del 10% a la exportación. Ergo los astilleros quebraron. Plantas ejemplares, extraordinarias como Astilleros Alianza, Príncipe, Mengui y Penco o Astilleros Corrientes debieron endeudarse para cumplir con los compromisos contraídos con el exterior.
Una segunda época de bonanza la generó el capitán de navío Hugo Guillermo Guillamón, a la sazón secretario de Marina Mercante, que creó un plan de trabajo para diez y siete astilleros privados que renacieron al amparo de ese proyecto de recreación de la industria naval. Todo el plan se centraba en construir para armadores nacionales al amparo del Fondo Nacional de Marina Mercante.
Astilleros Rio Santiago, mientras tanto construía buques de gran porte para ELMA e YPF. Una época de oro. Los motores SULZER, Fiat y M.AN. se construían en el país. Pero las políticas no erráticas, sino nefastas, hizo que cerraran sus puertas y la industria languideció hasta desaparecer. Supieron sobrevivir a sus propios riesgos Astilleros Contessi, SANYM y SPI, que todavía son los testigos en pie de aquella época, construyendo buques pesqueros y remolcadores, aun cuando SANYM también no tuvo otra alternativa que seguir el derrotero de todos los astilleros que debieron cerrar sus puertas.
Astilleros Rio Santiago tendrá alternativa de recomponerse y seguir en pie? Es dudoso. Este astillero en Europa entregando un buque cada 8/9 meses, (dado que ahora se compra toda la tecnología y se construye por bloques), no superan los 700 hombres. Astillero Rio Santiago supera los 3000 sin entregar ninguno. De los contratos firmados para tener carga de trabajo por varios años, ni uno solo fue empezado, y las órdenes de arrastre, 4 buques para Venezuela, dos fueron desistidos y dos llevan cerca de 8 años de atraso. Al botarlos hay que reemplazar el equipamiento que ya es viejo.
Tal como está hoy la empresa, entiendo es inviable. Quizás si la empresa se asociara con algún astillero internacional de prestigio, se ajustará el personal y se consiguieran condiciones especiales para los primeros cuatro años, la empresa podría ser salvada. Pero sin duda debe tener cambios importantes en equipamiento, personal, y el visto bueno del gobierno de la provincia de Buenos Aires, con decisión política de salvar no sólo a la empresa sino a la industria naval argentina.
ALGO DE HISTORIA
Un contrato por 42 buques pesqueros de altura iguales, con la financiación asegurada mediante el depósito de 150 millones de dólares en el Banco de la Provincia de Buenos Aires. El prototipo elegido ya estaba desarrollado sobre la base del b/p Centauro de Astilleros Contessi, pero no fue posible llevarlos a cabo por burocracia y desconfianza del Banco Provincia al cumplimiento del astillero, dado que el Banco debía garantizar la operación.
Fui mediador de dicha operación y personalmente entregué la documentación legalizada ante el Consulado en EEUU, pero no prosperó.
Astilleros Rio Santiago está en condiciones de construir buques mercantes, buques de guerra, plataformas de prospección petrolera, remolcadores, columnas para producir energía eólica, en fin un sinnúmero de buques y elementos de diverso porte y especie.
Pero, tal como se encuentra en estos momentos, con permanentes conflictos laborales, personal supernumerario, sin renovar equipos, etc. sigue siendo UN GIGANTE AUN DORMIDO.
Por Richard Leslie Ramsay
@RamsayRichard
Fuente: www.NetNews.com.ar
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