El Estado nos saca $ 137.200 por año
Iván Carrino, analista económico y autor del libro Historia Secreta de Argentina
El peso de los impuestos en nuestro país es uno de los temas más omnipresentes de la economía. Explica desde el bajo ritmo de crecimiento, hasta la lenta llegada de inversiones y el fenómeno de boom de compras en el exterior. Donde quiera que uno indague sobre alguna problemática particular, allí estarán los impuestos, para aportar su granito de arena a la decadencia nacional.
De acuerdo con la consultora Economía y Regiones, la presión fiscal medida como porcentaje del PBI se incrementó en nada menos que en 15,8 puntos en los últimos 14 años. En 2002, la recaudación tributaria representaba el 17,1% del PBI, mientras que en 2016, ésta fue del 32,9%.
A pesar de semejante expolio impositivo, la ciudadanía no parece percatarse de lo mucho que impactan los impuestos en el desarrollo. Es que si bien se paga mucho, la carga tributaria tiene poca visibilidad, dado que al gobierno poco le interesa que se sepa lo que cuesta el “Estado presente”.
Así, resulta que a nadie le interesa el tema de los impuestos porque siempre piensa que los paga otro. Sin embargo, esto no es así.
Un caso donde es muy clara esta ignorancia sobre quién paga los impuestos es en los aportes patronales y personales que salen de nuestros sueldos. En realidad, todos esos descuentos están en cabeza del trabajador, más allá de que la ley diga que los impuestos los deben pagar los empleadores.
Es que, en realidad, al empresario lo que le interesa es el costo laboral, y le da lo mismo si ese monto total que destina a pagar por los servicios laborales se lo lleva el empleado o el Estado. Así, si no hubiese que pagar aportes patronales, las empresas seguirían incurriendo en los mismos costos laborales, pero todo ese dinero iría a las manos del empleado. Es decir, quien paga el impuesto es el empleado.
Con esto en mente, decidí armar un cuadro para mostrar cuál es la carga tributaria total sobre un trabajador promedio de la economía argentina. La conclusión es alucinante: el gobierno le confisca a los trabajadores nada menos que $ 10.558 mensuales o $ 137.255,5 por año.
En el cuadro de abajo puede verse el cálculo:
De acuerdo con los datos del INDEC y el Ministerio de Trabajo, el salario mensual bruto promedio durante 2016 fue de $ 20.299. Sin embargo, antes de llegar a ese número, la empresa tuvo que dejar $ 4775,7 en la AFIP, en concepto de aportes patronales. Después, el empleado tuvo que pagar $ 2.851,2 en concepto de aportes personales. Ambos conceptos constituyen lo que comúnmente se conoce como impuestos al trabajo.
Ahora acá no se termina la película, porque asumiendo que el empleado gasta el 80% de su ingreso en consumo, y que por eso debe pagar el 21% de IVA, entonces ahí también está dejando parte de su salario.
Finalmente, la diferencia entre lo que el empresario y paga y el trabajador puede disfrutar después de pagar impuestos es asombrosa: $ 10.558,1 por mes o 52% del salario bruto. Multiplicando esto por las veces que el empleado cobra su sueldo (13 veces) en un año, llegamos a que la mordida fiscal es nada menos que $ 137.255 al año.
Por si esto fuera poco, cabe aclarar que el monto solo considera dos impuestos: al consumo y al trabajo. Si incluyéramos otros gravámenes que indirectamente tienen que afrontar los empleados, la carga podría ser incluso mayor. Además, un mayor ingreso implica comenzar a pagar impuesto a las ganancias, por lo que el monto crecería aún más.
Bajar impuestos debería ser la prioridad número uno de cualquiera que quiera gobernar nuestro país. No solo les dejaría más ingreso disponible a las familias, sino que generaría mayores estímulos para la inversión.
Pero claro, con este nivel de gasto público, cualquier movimiento en este sentido parece imposible. Que se comience a hablar de una reforma tributaria es importante. Mejor sería que se pasara del dicho al hecho de una buena vez.
Fuente: www.NetNews.com.ar
COMENTARIO
0 comentarios
IMPORTANTE: Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellas pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento será eliminado e inhabilitado para volver a comentar.