Miércoles, 25 de Diciembre de 2024 | 03:03

Argentina busca un nuevo posicionamiento

Por Lic. Marcela Cristini. Economista Senior de FIEL (Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas)

La Argentina transitó el primer trimestre del 2016 inmersa en un proceso de convergencia de sus principales variables macroeconómicas (tipo de cambio, precios, normalización de la deuda externa, gasto público) que, aunque con un muy auspicioso comienzo, aún tomará tiempo. En el plano del comercio internacional, las primeras medidas del nuevo gobierno han buscado mostrar que se recuperará el estimulo a las exportaciones (devaluación y eliminación de los derechos de exportación para la agroindustria y la minería). A la vez, la creación de la Agencia de Promoción de Inversiones ayudará a trabajar para el largo plazo en la generación de inversiones para diversificar el patrón productivo y exportador local.

 

“Hay un cambio de política externa que busca mejorar la presencia argentina 
en el plano internacional”

 

Con respecto a esa Agencia, cabe mencionar que hoy existen en el mundo 162 agencias nacionales y más de 250 agencias subnacionales cuya tarea es generar información sobre oportunidades de inversión, interactuar con inversores, promover joint-ventures y hacer un seguimiento del acceso y la evolución inmediata de los proyectos que se concretan. De este modo, carecer de una agencia similar no era una opción para nuestro país. Para evitar errores del pasado sería conveniente implementar una evaluación periódica de sus costos y beneficios.

 

Con trazo inequívoco, hay un cambio de política externa que busca mejorar la presencia argentina en el plano internacional. A la vez, el resto del mundo ha tomado nota del cambio de rumbo argentino y varios de nuestros socios tradicionales (los Estados Unidos, varios países europeos y la Unión Europea en su conjunto) nos alientan en este nuevo empeño.

 

La tarea que se plantea es de las más  relevantes ya que el comercio internacional es un “juego de suma positiva”, es decir, todos los participantes sacan beneficios, pero algunos aprovechan relativamente más que otros el impulso del comercio internacional en sus economías. En efecto, hasta hace muy poco, en los últimos 15 años, los países en desarrollo llevaron la delantera y se beneficiaron de un comercio internacional en crecimiento. Este hecho ayudó a la “convergencia” entre países y a la reducción masiva de la pobreza en el mundo en desarrollo.

 

“Nuestro país ocupa el lugar 48 en el ranking de los 50 países que representan el 92% del comercio mundial”

Lamentablemente, la Argentina no estuvo en ese conjunto de países porque, aunque sus exportaciones e importaciones crecieron, apenas acompañaron la tendencia mundial y no lograron diversificarse. La participación argentina en las exportaciones de mercaderías, sigue representando el 0,4% del total mundial desde hace 20 años. Nuestro país ocupa el lugar 48 en el ranking de los 50 países que representan el 92% del comercio mundial. Tomando las exportaciones manufactureras, la participación argentina está por debajo del promedio mundial, sugiriendo problemas para mejorar la inserción internacional de productos con valor agregado. Por lo tanto, enfrentamos ahora el desafío de recorrer el camino de nuestros vecinos en desarrollo aunque con menor “viento a favor”.

Dentro del vecindario comercial, el Mercosur constituye el destino principal de las exportaciones argentinas y también es su principal abastecedor. Un dato significativo es que el patrón comercial con el Mercosur es diferente del patrón general con el mundo. En efecto, las exportaciones e importaciones de Argentina con el Mercosur se concentran relativamente en manufacturas (66% y 83% de las respectivas exportaciones e importaciones al/del Mercosur son manufacturas), mientras que al resto del mundo le vendemos productos agroindustriales  (55% de nuestras exportaciones en 2014) y le compramos industria. Aquí también se presenta un desafío, ya que Brasil está hoy ausente como “locomotora” del Mercosur y probablemente lo esté por algún tiempo prolongado.

 

“La participación argentina en las exportaciones de mercaderías, sigue representando el 0,4% del total mundial desde hace 20 años”

 

En síntesis, bajo esta nueva administración la Argentina se encamina a volver al mundo y esa tarea generará beneficios de largo plazo. Para lograrlos habrá que insistir en la apertura de nuevos mercados, la agregación de valor a nuestra agroindustria, la diversificación exportadora y la firma de nuevos acuerdos de integración económica. En el corto plazo, habrá costos y se generarán resistencias. Es el resultado natural de haber mantenido a la economía al margen de los procesos de modernización mundiales. Sin embargo, la recuperación de los instrumentos del crédito y de promoción productiva para la convergencia tecnológica pueden allanar el camino. Una vez más habrá que ponerse a trabajar para enfrentar la competencia y volvernos más productivos. 

 

Fuente: www.NetNews.com.ar

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