“Usando el idioma de los mercados”
Anticipando el 2do. Semestre del año, Claudio Zuchovicki, Gte. de Desarrollo de la Bolsa de Comercio de Bs. As., aseguró “va a pasar lo que la mayoría cree que va a pasar”. Su charla se destacó en el marco de Expo Pyme 2018.
El talentoso economista afirmó en el inicio de su charla que “el termómetro de la economía es el mercado” y reforzó el concepto de que “siempre va a pasar lo que la mayoría cree que vaya a pasar”. La idea fuerza de Zuchovicki apunta a que actuamos en consecuencia a lo que pensamos que va a ocurrir, con lo cual, lo que pensamos, irremediablemente ocurre.
Inmediatamente después, estableció el poder en manos de la gente. “Los que realmente saben de economía, en serio, son ustedes, porque son las pymes las que arriesgan su dinero” y, tras la afirmación, preguntó: quién en esta sala piensa que está bien?, y observó las manos en alza. Para luego decir: “lo que sucede es que la sensación térmica es la verdad”, y dio un ejemplo. “Cuando venía hacia acá vi dos bares, uno estaba vacío y el otro tenía algunos clientes. A cuál de los dos creen Uds. que entré? Entré en aquel que tenía clientes. porque el bar lleno siempre va a estar lleno y el vacio, siempre va a estar vacio”. Zuchovicki, concluyó: “cuando algo se pone de moda, la gente va y lo llena”.
Los precios son un idioma
“Tim Hartford dice que si uno quiere saber cómo le está yendo a un barrio determinado, lo único que hay que preguntar es: cuánto cuesta el metro cuadrado? Y, solo entonces lo sabrán. Es que los precios son un idioma”, completó Zuchovicki, para agregar que “las cosas van a mejorar”.
Siguiendo con el ejemplo del bar, el conferencista afirmó: “para que un negocio esté lleno tiene que ponerse de moda, porque el que determina decidiendo es el consumidor. Y, por qué deciden por uno y no por otro? Porque todos compramos un cuento futuro, todos somos compradores de cuentitos que no tengan nada que ver con el pasado. Por ejemplo, los Drones o Netflix, que actualmente factura más que la venta de trigo y maíz que cosecha la Argentina”.
En este punto, Zuchovicki mostró un dato perturbador, pero pedagógico:
“En este cuadro, dijo Zuchovicli, queda claro que el que gana es el que te contó una historia, el que te hizo sentir pertenecer a un grupo aunque signifique tomar su café en un vaso de plástico con una bombilla de plástico y colores verdes”.
El que ahorra, timbea?
El Gte. de Desarrollo de la Bolsa de Comercio, preguntó: “Ustedes creen que el que ahorra es re timbero, no?” E inmediatamente respondió, “no”, dijo, y lo explicó.
“Un dólar de 1870 representa hoy 5 centavos porque con ese dólar ahora compramos muchas menos cosas que antes, esa es la depreciación del dinero”, destacó y, en su afán de sostener el argumento, trajo un recuerdo de su infancia para monetizarlo en el presente.
“Mi mamá me llevo a Disney cuando era pequeño y como toda Idish mame guardó el ticket para que yo viera cuánto había hecho por mí. El ticket había costado 5 dólares en 1966. Ahora bien, como mi mamá yo hice lo mismo, guardé el ticket de mi viaje a Disney con mis hijas, para decirles lo mismo que mi mamá, sólo que tuve que pagar 66 dólares por entrada. Con esto digo que no gana el que tiene dinero sino aquel que tiene flujo de dinero”.
“La inflación es el síntoma de un problema llamado déficit. Yo puedo bajar la fiebre, lo que no puedo es curar la enfermedad”.
Para reafirmar la noción de que no es bueno ahorrar el dinero debajo de un colchón, Zuchovicki continuó con otro sabroso comentario: “Cuando a Vilas se le preguntó qué sentía que ahora los tenistas ganaban cifras siderales de dinero, cuando a él le había tocado ganar solo 72 mil dólares en el más importante torneo de los `70, el tenista contestó: “nada”. Cómo nada?, inquirieron los periodistas. Y Vilas, respondió: “no siento nada porque yo invertí y ahora tengo 40 millones de dólares”. Es que Vilas no guardó los 72 mil dólares sino que los invirtió en una casa en Montecarlo, en un estadio de tenis y todas esas inversiones dan regalías y ganancias que superan el hecho de ganar un determinado bajo importe”, contó el economista.
Las generaciones modernas no producen, cotizan
Respecto a la necesidad de tener una propiedad en estos días, Zuchovicki señaló que “los jóvenes no discuten propiedad”. Sucede que “en la antigüedad el hombre tenía un hogar para dejar de ser errante y el techo propio era un seguro importante. Ahora, los paradigmas cambiaron, los jóvenes venden sus propiedades para tener flujo de dinero y tener más. Alibaba no produce nada, por ejemplo, pero el mundo paga por negocios futuros y sus acciones cotizan”, razonó.
“En los radares de los inversores del mundo”
La justificación fue clara, “hay un dato mundial llamativo, nacen más de los que se jubilan. La esperanza de vida aumenta y uno debe hacerse su propia jubilación ya que somos una población joven y es la que el mercado busca. Ellos son los consumidores futuros y hay que escucharlos, por eso estamos en los radares de los inversores del mundo. Mientras el mundo no pague más tasas de interés habrá inversiones”.
En ese sentido, el economista, enseñó: “un bono griego rinde un 4%, Honduras tiene un bono de rentabilidad del 3%, es claro que no se puede vivir de este tipo de rentas, entonces, al inversor que le queda? Rendirse con una ganancia del 4% o arriesgar. Los que arriesgan buscan a los emprendedores, que cotizan en los fondos comunes de inversión, que tienen más rentabilidad”.
“Se dice que el consumo en la Argentina bajó, y no es cierto. Lo que sucedió es que cambió la manera de consumir. Ahora compramos por E-commerce y eso no está incluido en los informes”
Entretenimiento, educación y biotecnología los rubros en los que invertir
En cuanto a las empresas, Zuchovichi explicó que “antes tenían un perfil industrial”, y brindó como ejemplos a las empresas Dupont y Kodak, entre otras. “Hoy importan sólo aquellas que tienen flujo, como por ejemplo, Sturbuck. Ellos son el negocio hoy, porque los jóvenes consumen entretenimiento, educación y biotecnología, es allí donde se tiene que invertir”, reveló el experto.
Más tarde, deshizo un mito. “Se dice que el consumo en la Argentina bajó, y no es cierto. Lo que sucedió es que cambió la manera de consumir. Ahora compramos por E-commerce y eso no está incluido en los informes”, apuntó. .
Por otro lado, Zuchovicki detalló ciertas diferencias: “En estados Unidos las empresas son heredadas en un 28,9 %, pero las que más crecen son las de los emprendedores, con el 32,9&. En nuestro país, para parangonar, el 93% de las empresas son heredadas. No hay movilidad social, se heredan, hasta los puestos políticos y sindicales, todo se hereda!”.
No obstante, admitió la existencia de muchos Unicornios nacionales, como Mercado Libre, aunque “si no tienen plata, les resulta difícil llegar. El sistema debería financiarlos. En el mundo, el financiamiento es distinto. Surge ante la idea innovadora, ellos dicen “no me traigas tu pasado, contame tu historia futura”.
“La logística tiene que abaratar sus costos”
“El déficit fiscal es la enfermedad”
“Este es el verdadero problema, no la inflación”, señaló el experto para explicar: “la inflación es el síntoma de un problema llamado déficit. Yo puedo bajar la fiebre, lo que no puedo es curar la enfermedad. Cuando gasto más de lo que entra tengo que ajustar y endeudarme, pero el modelo de endeudamiento es patear para adelante el problema, y yo creo que el Gobierno lo hace bien”.
Pero, por qué no tenemos confianza? “Recuperar la confianza después del trauma es difícil”, explicó. “Con el gradualismo, lo que se recupera es el Estado y, luego, se traslada a las pymes”. Con relación a la dudo sobre si el mundo nos va a seguir prestando, Zuchovicki dijo: “Nos va a seguir prestando porque por suerte no teníamos deuda y nuestro nivel de endeudamiento todavía es razonable, aunque podemos resistir así 3 años, no más”.
“Para invertir tienen que cambiar algunas cosas”
El experto puso la mirada en las cargas sociales. “En Chile representan el 29%, mientras que en nuestro país llegan al 67%”. Otro cambio deseable para Zuchovichi es el relacionado con el ausentismo, y comparó: “en Chile es del 5% pero en Argentina es del 15%. A la empresa esto le cuesta y no será viable sin una reforma laboral porque así todos perdemos rentabilidad. Además, hay que apuntar al costo de intermediación que carga más a la persona. La logística tiene que abaratar sus costos”, aseguró.
Hacia el final, el experto fue contundente: “somos todos socios en esto que es un avión. Hay quien va en primera y otros que van en clase turista, pero si se estrella el avión nos estrellamos todos”.
Por Marcela Viviana Jaimes
@MarcelaDesafio
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Fuente: www.NetNews.com.ar
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