Suenan Siempre Más Fuertes las Voces de los que No Quieren el Cambio
El Dr. Agustín Monteverde, fue uno de los economistas atacados por el kirchnerismo y todavía recuerda cuando llamaban a sus clientes para decirles que no continuaran trabajando con él. No fue todo, se hicieron de sus trabajos como profesor, Página 12 lanzó una campaña de desprestigio en su contra y desde las “páginas comunicacionales” de la SIDE cultivaban las dudas sobre su actividad. “No quiero pensar qué hubiese pasado conmigo de haber tenido alguna vulnerabilidad”, dice ahora, al repasar la lista de notables que fueron atacados por el Kirchnerismo: Rosendo Fraga, Carlos Melconian, Jorge Todesca, Orlando Ferreres… Hoy, a días de las elecciones, dice que “la única forma de sobrevivir que tienen los gobiernos no sustentables es con tiranía” y que las “vociferaciones”, siempre se escuchan más.
- En materia económica, queda claro que la Argentina necesita reformas estructurales, sin embargo, las reformas, tal como las pensamos, llegarían tibias, light, aún en un escenario en el que Cambiemos ganara…
Lamentablemente creo que sí. Lo novedoso es que en las dos o tres últimas semanas algún clic se ha producido para que las reformas sean un poquito menos light de lo pensado. Creo que ha habido algún progreso en ese sentido, pero aún así, no hay que esperar esas reformas estructurales. Producto del apoyo de la sociedad, que es mayor al originalmente pensado; producto de ver que el cambio en el Congreso será mayor al planeado y que, en definitiva, hay una sociedad que se lo está reclamando, el Gobierno se apoyará en el combate a la corrupción, pero quiero también decir que con eso sólo no alcanza. Por supuesto que esto satisface a la sociedad en general y al electorado del PRO en particular, que reclama que los corruptos no anden libremente festejando por las calles, pero aun así, si la economía no se pone en orden… para un 2019 exitoso, como mínimo, la economía no tiene que tener problemas. Hay que re dinamizar la economía con las reformas estructurales que precisamente mencionas. Creo que eso vendrá después de 2019. Yo he abogado porque fuese a otro ritmo, pero es una política de estrategias que hay que respetar y la única cuestión que sí hay que tener en cuenta es que no necesariamente los tiempos de la política son los tiempos de la economía. Y, aquí llamo la atención sobre lo siguiente, la misma sociedad que a la hora de los comicios sufraga boleta en mano es la misma sociedad que integra el mercado y vota también, pero en vez de hacerlo con la boleta, lo hacen con sus bolsillos. Cuidado porque esas mismas personas… y todos deseamos apoyar y entendemos al Gobierno, pero cuidado, mucha de esa misma gente puede dar la espalda por cuestiones económicas, porque lo que buscan es protegerse.
- En este segunda parte o Fase 2 de Macri, qué harías en materia económica sí o sí?
Presentaría un plan de acción de mediana intensidad que muestre una determinación; que comunicacionalmente quede grabada la determinación del gobierno de atacar esos problemas estructurales para que no sea una simple declamación de objetivos… A la gente le está quedando en claro que el problema no es bajar el déficit, el problema es bajar el gasto, que es la madre de todas las batallas.
- Los dispendios del Estado son enormes y no se ve un ajuste de la estructura del Estado. Existe un ministerio de Modernización, que debiera ir en el cauce de bajar los extra costos que tiene el Estado con excesos de unidades administrativas…
Hay datos fácticos no opinables. Durante este gobierno aumentó el gasto y aumentó estructuralmente, para colmo. Nadie se atrevió a cuestionarlo, era lógico además, pero un gabinete de 20 ministros no era un mensaje adecuado desde el punto de vista fiscal. También debo decir que, en el último año, se ve un esfuerzo enorme de Hacienda y de Jefatura de Gabinete por frenar gastos. Ahora, en tanto y en cuanto no se lo encare estructuralmente y se apliquen torniquetes, esa política de pisar mangueras no es sostenible en el tiempo.
- El filósofo Santiago Kovadloff dice que la sociedad no puede permitir que se mantenga en stand by la situación judicial de quienes están siendo observados por la justicia, que se necesitan presos y la devolución de lo robado para aprender la lección de no ir contra la República para que nunca más se repita, cuál es tu posición?
No hay ninguna duda. Lo que a mí me sigue asustando es que toda la indignación contra el kirchnerismo se encuentra limitada a la plata que robaron y es un aspecto absolutamente secundario con respecto a que se llevaron puestas las instituciones, no en el sentido organizacional, sino las reglas de un país civilizado; se llevaron puesta la propiedad privada, la moneda, el estado de derecho… Moreno tendría que estar preso no porque robó o no robó –además está a la vista que fueron corruptos-, sino en función de lo que hizo como Secretario de Comercio destruyendo el estado de derecho, metiendo preso a economistas por decir cuál era el índice de inflación, lo que muestran un tipo de delincuencia mucho más seria que robar bancos. Si nos quedamos sólo con la figura de De Vido como coimero, estamos empequeñeciendo el delito. El delito grave es que vinieron a avasallara a la sociedad, a las instituciones, a demoler las garantías y libertades civiles, a llevarse puesta la propiedad privada… Este es el punto más grave de lo que ocurrió; el robo es el delito menor, en todo caso, es lo secundario.
- Cuál es tu mensaje para la gente antes de las elecciones?
Todos los días tenemos que agradecer que nos sacamos una dictadura de encima. No tenían la vocación de dictadores, lo eran. Nuestro sistema político es distinto al venezolano y no se sintieron fuertes como para violentar políticamente el proceso electoral pero queda a la vista el poco respeto que tienen por el resultado electoral al examinar los innumerables episodios en los que han querido voltear al Gobierno a toda costa. Nos hemos sacado una dictadura de encima y eso hay que celebrarlo y agradecerlo, pero también tenemos que aprender a priorizar que no respetaron la Constitución y sus leyes y, finalmente, exigir a nuestros gobernantes que hagan aquello para lo que fueron votados, porque es la forma de ayudarlos, porque si no se lo pedimos y no se lo exigimos, suenan siempre más fuertes las voces de los que no quieren el cambio. Es mucho más fácil convocar a una marcha violenta que convocar a marchas de apoyo. Lamentablemente, los violentos son más ruidosos. Exijamos, reclamemos, que nuestros gobernantes hagan aquello para lo que fueron elegidos.
Por Lic. Marcela V. Jaimes
Fuente: www.NetNews.com.ar
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