Lo que terminó por generar el alerta máximo de los gremios fue la incertidumbre que dejaron los pliegos para la licitación de dos terminales de contenedores que pretenden reemplazar a las tres hoy existentes. Se habla de un pago de 800 millones y de mucho silencio. El sindicalismo portuario parece estar excluido y teme por sus trabajadores.

 

“Arremetieron con los pliegos”, exclama Roberto Coria. “Son buenos muchachos -dice- pronuncian bien las eses, contestan, pero…”

 

El sindicalista se refiere a los pliegos por la licitación de dos Terminales del Puerto de Buenos Aires por la que el Estado pagó a una empresa extranjera 800 mil dólares para su confección. “Nos reprocharon que sacamos el comunicado porque habíamos tenido reuniones, y es cierto, pero lo que no hemos tenido son certezas”. Y dice más, “hasta el mismo sector empresario tiene dudas sobre el tema”, informa Coria: “no han sido claros cuáles son los términos concretos y hay una puja”.

 

El hombre que dirige a los güincheros y maquinistas de grúas en el Puerto, reconoce el diálogo con el Gobierno, pero pide que concreticen y pone un ejemplo: los depósitos fiscales. “Cuánto hace que estamos diciendo que en junio al menos 3 depósitos tienen que entregar las llaves porque los afecta la Autopista Ribereña o el Paseo de la Costa. No está definido todavía… y hay trabajadores!”, resalta.

 

Lo cierto es que no puede reprochársele al Gobierno Nacional que haya dejado a la gente sin trabajo. Más bien es el empleo privado el que ha caído, entonces, qué sucederá en el Puerto?, porque tampoco se advierten señales de que vayan a dejar a los portuarios sin fuentes de trabajo.

 

 

 

 

Coria toma el guante y dice: “Acá hay una realidad, que en el último año se han perdido 130 mil puestos de trabajo. Imaginen la cantidad que debe haber de trabajadores que perdieron su labor porque no están registrados, desde los compañeros públicos a los privados, estás hablando de una masa de 300 mil puestos de trabajo menos!”. Y admite que tuvieron reuniones en el marco de la mesa de competitividad para hacer más efectivo al Puerto de Buenos Aires. “No lo dicen en forma directa, pero buscan achicar”.

 

De alguna forma se respira en el aire un conflicto en ciernes. “Cuando hay desempleo, de hecho se produce una flexibilización laboral -afirma- porque el compañero, en su afán de no perder el laburo, acepta algunas cosas… por eso ahí tienen que estar las organizaciones sindicales, para defender al trabajador, porque cuando quedan mano a mano con el empresario, terminan flexibilizándolo”.

 

Entonces, en qué quedó la mesa feliz del Gobierno con los empresarios y los sindicatos? “Y… en la nada”, responde Roberto Coria. “Es uno de los reclamos que hicimos en Mar del Plata, no cumplieron absolutamente nada”.

 

Pero, quién no cumplió? Coria es contundente: “primero y principal, el sector empresario. No cumplieron y, por otro lado, el sector gubernamental empezó una ofensiva de modificar los convenios colectivos de trabajo, de flexibilizar en el marco de la competitividad”, y asegura.

 

En este punto, el líder sindical portuario asegura que son garantes de la gobernabilidad y que la posición que les toca jugar es difícil. “Tenemos un compromiso que es la gobernabilidad, pero en enero empezó la ofensiva con empresas que empezaron a despedir gente, con ninguna respuesta del ministerio de trabajo… solamente estos planes que dan”.

 

Sin embargo, y Coria lo destaca, hay un actor inmóvil, prebendario: el empresariado.

 

“Yo tengo una caracterización del sector empresario, que nunca existió en el escenario nacional. Únicamente existe en base a los negocios que le da el Estado”.  

 

Resulta llamativa la condescendencia del Estado para con los empresarios y al líder de los güincheros le parece lo mismo. “Están tranquilos” -dice- “hoy están en una empresa produciendo, y mañana los ves importando”.

 

 

La economía y el bolsillo

Desde el punto de vista económico, hay una cierta calma. Nada se mueve demasiado pudiéndose parecerse a la tranquilidad que habita en los cementerios. Cómo lo vive el trabajador y en particular el trabajador portuario?.

 

“Es una calma muy transitoria, porque si hoy en día aumenta el combustible, la electricidad, el peaje, el pan, los despidos, esa clama tiene un límite”, contesta inmediatamente.

 

Respecto de la inflación, tenemos 2 cifras bajas, pero el número de Capital difiere en un  punto del que brinda el Indec. Nuestra diversidad requiere que los números sean nacionales. Roberto Coria asiente. “A nosotros las delegaciones del interior nos preguntan por qué no paramos. Quieren un cambio en la matriz económica, quieren un paro nacional. Lo quieren en Rosario, en Córdoba, en Rio Negro. Pero es así; por un lado, nos critican por lo que hacemos y, por el otro lado, nos critican por lo que no hacemos”.

 

Y las Paritarias? La inflación presupuestada por el Gobierno es 18% pero ya se habla de un piso de 23% a 25%. “El 18% es una falacia porque si siguen con este mismo índice mensual… El año pasado hubo un 42% de inflación y nadie cerró convenios por ese monto. La recuperación no llegó y hablan de un 18% fraccionado. La discusión va a ser muy dura. Nosotros haremos un plenario con el objetivo de tratar de recuperar lo perdido el año pasado que, en algunos ramos de la actividad fue de un 34% y, en otras, de un 36%. No vamos a bajar del 30%, esto es una realidad y nadie va a cerrar por menos de 25%”.

 

No podemos ignorar que este es un año electoral. Cómo jugará esta partida el sindicalismo? Parte de él estará en el juego político pero la mayoría de las organizaciones sindicales están teniendo la presión de la gente para que haya un cambio. Coria lo reafirma. “Estos nos llevan puestos. Estamos convencidos que van a chocar la calesita. Cómo vamos a bancar discutir un 18% cuando aumentó todo!, dice ofuscado sin contar con los sendos aumentos que pronto deberán sumarse a la lista. Coria piensa que es probable que el Gobierno opine que se trata de algo político, pero los aumentos en la alimentación, el precio de la nafta -que será trasladado a trasporte de alimentos- y el peaje “no es algo político, el Gobierno lo dirá, pero no es algo político partidista”.

 

La pregunta se impone. Si el rumbo no es el adecuado, comprometerían la gobernabilidad? “El sindicalismo siempre mostró su afán de acompañar la gobernabilidad más allá de las criticas del radicalismo por los paros a Alfonsín, porque los que pagan siempre la consecuencia de los fracasos políticos son los laburantes, por eso coincido con Moyano, el día que llegue a la presidencia un hombre del movimiento obrero va a tener una visión distinta, ahora, que hay que acompañar, hay que acompañar”, ratifica.

 

Luego, retoma, “el paro va a ser sin piquetes para no desvirtuar la protesta, pero se les respetará a todos el derecho a huelga. El movimiento obrero argentino es vanguardia en Latinoamérica. Pero en el sindicato también hay mieles y hay poder. Y Coria lo relativiza: “está tan fragmentado que está diluido”, explica. “La gente nos ha querido al frente del sindicalismo y no de la política, porque intentos hubo, con De Gennaro y con Moyano, por ejemplo”.

 

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Por Lic.  Marcela V. Jaimes

@MarcelaDesafio

 

Fuente: www.NetNews.com.ar